De acuerdo con Miguel Ángel Acosta Sosa –técnico del INTA Colonia Benítez, Chaco–, “Misiones, Formosa, Corrientes y parte del Chaco son zonas de pequeños productores porcinos con un gran potencial pero con una fuerte dependencia de materias primas provenientes de zonas maiceras y sojeras”. En este sentido, Acosta Sosa explicó que “hay una búsqueda constante de fuentes alternativas de energía nutricional que pueden sustituir parcial o totalmente al maíz y, a la vez, permiten disminuir los costos de producción y la dependencia”.
A tal fin, Acosta Sosa recomendó que los pequeños productores familiares de cerdos alimenten a sus animales con materias primas de la huerta. “Si bien requerirá un mayor esfuerzo y tiempo para alcanzar el peso a faena, los costos serán menores, lo que le permitirá una mayor rentabilidad”, advirtió.
En algunas experiencias en la alimentación de cerdos, se determinó que es factible reemplazar hasta 50 % del sorgo o del maíz con harina de batata no encontrando diferencias significativas con los alimentos tradicionales en animales en terminación. Esto mejora los parámetros productivos y económicos, sin alterar la calidad de la carne.
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