El área de siembra de maíz en la campaña 2016/17 podría crecer hasta en un millón de hectáreas, lo que se traduciría en 9 millones de toneladas más de estos granos que servirían para abaratar costos internos y posibilitar su exportación.

Así lo indicó el secretario de Agregado de Valor del Ministerio de Agroindustria, Néstor Roulet, quien ponderó que los cambios tecnológicos en materia de semillas permitirán recortar el uso de plaguicidas, incrementar el área de producción y recortar costos internos.

«Creemos desde Agroindustria que la superficie de maíz va a crecer de forma importante en la próxima campaña gruesa: calculamos en un millón de hectáreas», expresó el funcionario, consultado sobre la situación que ofrecerá el próximo ciclo granario.

Roulet explicó que este tema fue analizado con referentes de las principales firmas semilleras, a quienes se les solicitó tratar esta cuestión con especial atención, «ya que lo ideal es que no falten las bolsas de maíz» para cumplir con su implantación futura.

Con el aumento de un millón de hectáreas en el área maicera, superficie que seguramente actuará en detrimento de las posibilidades que ofrecen otros cultivos en el mismo período, se podrá contar con «al menos 9 millones de toneladas», aseguró.

Los especialistas admiten que el aumento de la producción maicera se da fundamentalmente por cuestiones referidas a las buena rentabilidad que ofrece actualmente este cultivo tras la decisión oficial de eliminar las retenciones, hecho que le pone límite a la futura área que ocupará la soja.

Por ello, la estimación oficial es contar al menos con un saldo positivo de 9 millones de granos gruesos que podría ser destinado a la exportación o bien cubrir la demanda interna y el forraje de animales.

«Todo lo que sea producir más, es saldo exportable, y por eso tenemos que ser muy cuidadosos con los mercados», consignó Roulet al evaluar cuestiones que tienen que ver también con el nuevo evento de maíz transgénico que fue aprobado por el gobierno nacional y que permite reducir la aplicación de insecticidas.

Agregó que el objetivo es eliminar, a partir de cambios genéticos, el alcance de una oruga espodóptera, que tras una mutación comenzó a ser cortadora, y así ganar en productividad, en rinde y recortar el uso de plaguicidas.

«El control de esta oruga va a permitir mayor productividad y menor uso de plaguicidas. Por ello en el ciclo que viene habrá un millón de hectáreas más» de producción en maíz, expresó el secretario.

Y añadió: «Vamos a destinarlo a producir más carne, más etanol y para la exportación. El planteo es aprovechar esto para bajar costos internos».

FUENTE: DyN