El tomate es una de las hortalizas más codiciadas. Junto con la papa es el cultivo más consumido en el mundo y, por su alta calidad nutricional, constituye un gran aporte vitamínico para la población. Se consume fresco, industrializado y en seco. Por el alto contenido en vitaminas y minerales, y su atractivo sabor, es muy usado en la cocina pero también se le atribuyen propiedades medicinales como digestivas, desinfectante y antiescorbútico. Contiene vitamina C, potasio, fibra y beta-caroteno, precursor de la vitamina A, y es importante fuente de licopeno, que cumple un importante rol como alimento funcional en la prevención de enfermedades.
Es de origen americano y se han encontrado ancestros del tomate que consumimos actualmente en la región andina desde Colombia hasta el norte de Chile, incluidas las Islas Galápagos. Pero el tomate actual ya no se encuentra en forma silvestre.
El tomate es una planta herbácea, que puede permanecer en forma perenne en climas tropicales. Se cultiva como anual debido que lo afectan tanto las sequías como las heladas.
En la Argentina tenemos producción de tomate todo el año, ya que en invierno las provincias del norte como Salta y Jujuy poseen un clima benigno que no lo perjudican. También Corrientes puede proveer esta hortaliza antes de que se pueda cosechar en Buenos Aires, situación que se produce recién a partir de octubre y noviembre con los cultivos de invernaderos, protegidos del frío.
El tomate es un cultivo muy sensible a muchos insectos y enfermedades, y además tiene un período de cosecha muy largo (de 3 a 5 meses). Por lo tanto, los tomates convencionales (no orgánicos) en su gran mayoría son pulverizados con productos químicos varias veces durante el ciclo de cosecha. Se han registrado más de 40 aplicaciones con agroquímicos en un cultivo de tomate convencional a lo largo de la temporada. Como la cosecha es casi diaria, no siempre se tiene en cuenta lo que se llama el tiempo de carencia del producto (que es el tiempo que se debe esperar entre que se aplica el producto y se cosecha el tomate para que el primero se degrade).
Además, el tomate es un fruto que tiene problemas de polinización, es decir el acontecimiento por el cual el polen pasa a la parte femenina de la flor y luego se podrá formar el fruto. Por lo tanto, en muchas producciones de tomate convencional se usan hormonas vegetales para que el fruto se forme aunque existan estos problemas (se induce a un fruto que se llama “partenocárpico”). Así, los frutos resultantes son más huecos, más grandes a veces también, pero con menos semilla y menos jugo. También con menos sabor.
Los tomates orgánicos no tienen residuos de agroquímicos, no se han usado en su producción hormonas de ningún tipo, y además los agricultores prefieren el uso de semillas orgánicas conservadas por ellos mismos, como son los tomates locales o de herencia o “reliquia”, que son productos con diferentes colores, sabores y formas.
(*) Por Mariana del Pino de MAPO (Movimiento Argentino para la Producción Orgánica), exclusivo para Sabe la Tierra.
Busco productores de tomates herencia.
Agronomicos sufran.
yo en la fruteria verduleria he visto tomates y otros productos organicos…..
Son todos los que estan picados y abichados.
Con el verso pseudocientífico de que los alimentos están contaminados con dosis tóxicas para los humanos y otros inventos como el » peligro»de los transgénicos,los que comercian productos orgánicos son los únicos que ganan
El miedo y la ignorancia son siniestros.
En cuanto al precio mas caro, quisiera decir algunas cosas: Las grandes cadenas multinacionales ponen nuestro consumo al servicio de la lógica del mercado y pueden tener productos por años en cámaras frigoríficas esperando los movimientos especulativos de subida de precios. Ellos ganan, pero los pequeños productores pierden y sobretodo perdemos nosotros como consumidores ya que pagamos más por un producto de menor calidad.
Lo ideal es comer productos de estación, respetando el reloj biológico. Los pequeños productores agrícolas se basan en esta metodología. Esta manera sostenible de producir, hoy por hoy es mucho más costosa, ya que el pequeño productor requiere de 4 meses entre que cultiva un producto y lo cosecha. Cada día de esos 4 meses, el agricultor le dedica 5 horas diarias a cuidarlo. En cambio, en los cultivos convencionales se hace abuso de los productos químicos y no requieren de cuidados diarios. Por este motivo el trabajo del campesino ecológico es hoy en día ¡2500 veces más! Esto se refleja en el precio final de los productos, pero en contraposición, se cuida el medio ambiente y el producto final es de mayor calidad, libre de pesticidas y agroquímicos.
TODOS los alimentos tienen niveles de pesticidas y agroquimicos mucho menores de la concentracion que podrai provocar enfermedades. Por el otro lado, los alimentos «organicos» son 700 % mas proclives a producir infecciones alimentarias ya que no se desinafectan adecuadamente y se usa estiercol como abono con lo cual se transmiten infecciones. Esto ya ha provocado muertes, enfermedades y retiro de productos en todo el mundo. Si se quiere seguir creyendo la supersticion anticientifica de que conviene cultivar como hace 100 anios, podria extenderse a otras areas como el transporte, andando en carreta o la comunicacion, mnadando cartas en vez de usar este medio. LOS ALIMENTOS «ORGANICOS» NO SON DE MEJOR CALIDAD, NI MAS SEGUROS NI MAS SANOS. De hecho muchas veces son mas caros porque el que los vende sabe que puede cobrar mas al iluso que los compra porque vende «marca» no porque sean mas caros en produccion, o sea u enganio comercial de aquellos
Ahora se les dio por la agricultura orgànica que beneficia al consumidor por su salubridad, paren con tantas mentiras el planeta esta contaminado por el hombre y cada dia mas, ese es el grave problema, nos autodestruimos hasta desaparecer, no hay otra.
La esperanza de vida (EN EL MUNDO!!!!) paso de 35 anios en 1920 a 70 anios en la actualidad,
Nos estamos enfermando y muriendo mas o menos?. Nos estamos autodestruyendo?
Es dificil combatir a los pepetuos agoreros, como Don Jorge Bergoglio, que solo ven lo que quieren ver o quieren seguir cobrando por pontificar sobre los supuestos males conj lo cual estan escupiendo sobre los billones de seres humanos que laburan y producen mientras ellos mienten,
Lo bueno es que son mas caros?
Falso. Primero que si no se cumple la carencia es ilegal, segundo los orgánicos pueden recibir agroquimicos autorizados para agricultura orgánica y las semillas no son reliquias sino híbridos iguales que los convencionales. Todo un paquete de supuestas ventajas que son publicidad falsa