La inversión en tierras agrícolas tiene la ventaja de combinar rendimientos significativos durante períodos inflacionarios.

Ya no es una novedad: invertir en Paraguay se convirtió en tendencia. Y es que, por diferentes motivos, presenta un terreno óptimo para atraer capitales de todo el mundo.

El país sudamericano suele ser pasado por alto por su pequeño tamaño comparado con Brasil o la Argentina. Pero las cosas están cambiando. Tal como lo ha anunciado meses atrás el ministro de Industria y Comercio paraguayo, Gustavo Leite, se están encaminando hacia su objetivo: ser un país simple de resolución y serio a la vez que ofrezca seguridad y respaldo para los nuevos inversores.

Estar en el centro de la región más pujante de América Latina, tener un mercado plenamente abierto y un gran potencial para nuevos intercambios de alimentos de calidad son alguna de las características que favorecen al nuevo escenario. Además, el país ofrece una baja presión fiscal y una legislación de zonas francas favorable.

Dentro de este contexto con viento a favor, inversores de diferente índole comenzaron a interesarse en ese mercado para aprovechar la situación al máximo. Así es como surgieron negocios regionales que ya están comenzando a operar y que proponen integración para desarrollar la zona, preparando las tierras que prometen gran rentabilidad.

En este sentido, la firma Latam Farms es una de las pioneras en promover inversiones de mediano a largo plazo, con bajo riesgo y retornos atractivos. Comprar hectáreas de tierra a un precio conveniente para desarrollarlas y luego venderlas a valores de mercado acorde a los nuevos niveles productivos adquiridos es el negocio. Dado que estos retornos no son correlativos con los de otros activos financieros como bonos y acciones, invertir en tierras agrícolas resulta una excelente herramienta de diversificación de capital, asegura Fernando García Koch, director de la compañía.

Más información: www.latamfarms.com