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03/09/2015

El drama de los citricultores

Asociaciones de productores citrícolas emitieron un duro comunicado en el que alertan sobre la grave situación que atraviesan. "No es culpa de la crisis internacional", afirmaron.
Protesta de citricultores de Entre Ríos. FOTO: Gentileza Telefé Noticias (Archivo).

Citricultures emitieron un comunicado en el que alertaron por la crisis que atraviesa el sector, al que consideran camino a la «muerte». Según indicaron, el costo de producción y cosecha asciende a $1,50 por kilo, mientras que el precio de venta en el mercado interno es de $0,50, y en las góndolas el consumidor final paga $10 el kilo. O sea, al productor le pagan $0,50 lo mismo que el consumidor final compra a $10.

«Lo que no pudieron las duras heladas ni la grave crisis de 2001, lo está consiguiendo la inacción del Estado Nacional, que no reacciona ante la agonía de un sector del que dependen las familias de más de 2.000 productores, de alrededor de 40.000 trabajadores entre empleados directos e indirectos y de cientos de proveedores de servicios e insumos», comienza el comunicado, al tiempo que agrega: «Las gestiones que hemos impulsado las entidades se han revelado ineficaces para lograr del Estado las soluciones que sólo de él dependen, por lo que nos debemos una sincera autocrítica, a la par de que estamos llamados a redoblar nuestros esfuerzos para consolidar la unidad de todos los eslabones de la citricultura y fortalecer el vínculo con nuestras comunidades».

Entre las cifras que difundió el sector, remarca que en 2008 la Argentina era la primera exportadora de mandarinas del hemisferio sur, mientras que hoy «no existe». «La caída es del 70%, (mientras que) en naranjas, la disminución es del 90%», asegura.

«No es culpa de la crisis internacional. El vecino Uruguay, con una fruta de similar calidad a la nuestra y en el mismo contexto mundial, ha conseguido ingresar en los potentes mercados de Brasil y los Estados Unidos; Perú no para de crecer», señala el comunicado, y añade: «El que tiene alma de citricultor se siente morir cuando no le queda otra que tirar fruta de reconocida calidad internacional, porque no le pagan nada por ella en el mercado interno, e intentar venderla al mundo lo hunde en la bancarrota, mientras el Estado Nacional permanece indiferente».

La citricultura argentina actual «no es asunto de terratenientes sino de familias»: el 80% es agricultura familiar pura, en superficies de 20 a 30 hectáreas.

Los datos de la crisis

– Desaparición de la rentabilidad: se vende a $0,50 lo que cuesta producir y cosechar $1,50.

– Atraso cambiario: Rusia, comprador de nuestras mandarinas, devaluó 92% en los últimos 12 meses; Europa, el 20%.

– Elevadísimos aranceles de exportación, entre 16% y 23%. Los competidores lograron arancel cero.

– Imposibilidad de acceder a mercados rentables, como los EStados Unidos y Brasil.

– Inflación en dólares y excesivos costos internos.

– Asfixiante presión tributaria.

– Atraso en el cobro del IVA y los reintegros.

– Sin créditos acordes a los tiempos de la actividad que permitan la reconversión. Productores de países competidores tienen créditos al 5% anual. Aquí, si es que se consigue, es al 30% anual.

– Ruptura de la cadena de pagos, concursos de acreedores y quebrantos.

– Carencia de recursos para afrontar la cura de las plantas, con el consiguiente riesgo de que la Argentina pierda el estatus de país libre de HLB.

– Senasa: como autoridad de contralor fitosanitario, el organismo está absolutamente desfinanciado y con graves deficiencias en la operación, perjudicando con sus trabas toda la actividad.

Para los citricultores, es necesario tomar decisiones en pos de soluciones de fondo. Esto reclaman:

– Decisión política: si las autoridades nacionales deciden salvar a la citricultura, todo es posible.

– Créditos a tasa blanda y con períodos de gracia, diseñados en función de un cultivo perenne.

– Apertura de mercados: gestión urgente para abrir los mercados de los Estados Unidos y Brasil.

– Dólar diferencial para la fruta.

– Reforma tributaria, que adapte la presión fiscal a las características propias de la actividad.

– Diferimiento de las obligaciones tributarias del año 2015 para 2016, con planes en cuotas.

– Estímulo a la incorporación de más mano de obra registrada mediante una atenuación de la carga tributaria, reconociendo en el citrus a unas de las pocas actividades económicas cuya mano de obra artesanal es insustituible. Ni la cosecha, ni la poda ni el raleo pueden ser hechos por máquinas.

– Auxilio del Estado para la adquisición de productos que permitan curar y abonar las quintas.

– Autorización a los exportadores para cancelar obligaciones tributarias con el saldo técnico de IVA.

– Cobro automático del IVA y reintegros.

– Apoyo del Estado para promover el consumo interno de citrus en espacios como Fútbol para Todos.

– Insertar a la fruta fresca y al jugo cítrico, con sus reconocidas propiedades saludables, en la dieta de los colegios.

– Observatorio de precios que vigile la evolución de los costos desde la planta hasta lo que paga el consumidor final.

– Implementación de seguros multiriesgo específicos para la actividad citrícola.

– Tratamiento de la Ley de Creación del Fondo Nacional Citrícola.

– Devolución a los productores del capital de trabajo perdido en 2015, estimado en $1.800 millones, imprescindibles para que se eviten los inminentes quebrantos y se pueda continuar con la actividad en la próxima temporada, curando y preparando las quintas. Tal cifra, crucial para salvar a la citricultura, resulta irrelevante para el gobierno nacional, si se compara con los beneficios que otorga a otros sectores de la economía. Por ejemplo, favorece a la industria electrónica de Tierra del Fuego exceptuándola del pago de impuestos por $23.500 millones de pesos al año (IVA, Ganancias, impuestos internos y derechos de importación).

– Modificación del artículo 26 de la Ley de Impuestos Internos, para elevar el porcentaje de jugo natural en las bebidas sin alcohol a base de frutas.

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11 pensamientos en “El drama de los citricultores”

  1. es una verguenza que la gente AÚN no tome conciencia de que somos una unidad .
    Cual es la ganancia para la humanidad que USTEDES tiren la fruta, la verdura y tambien algunas veces la leche !!!!
    SABIAN QUE EL MUNDO ESTA NECESITADO DE ALIMENTOS; QUE HAY CRIATURAS EN NUESTRO PAIS QUE NO PUEDEN COMER FRUTA O VERDURA AVECES Y NI DECIR LECHE :PORQUE NO PIENSAN !!!!! ENTREGUEN A LA GENTE LO QUE NO PUEDEN VENDER ES IGUAL UNA PROTESTA ; PERO BENEFICIA A LOS POBRES ; QUE SON SON PARTE DE NOSOTROS ; SON HUMANOS TAMBIEN ; PERO CUANDO VEO ESTO ME DOY CUENTA QUE HAY MUCHOS AMIMALES QUE NOS MEJORES QUE USTEDES !!!!
    LAS PROTESTAS DEBEN SER HUMANAS ; ESTO LES DARIA LA RESPUESTA QUE BUSCAN PORQUE BENEFIACIAN A LOS MAS NECESITADOS Y SUS ARCAS SE LLENARIAN DE GRATITUD Y SERIA UNA VERDADERA PROTESTA A LAS CUALES DE LES SUMARIAN LAS PERSONAS QUE SE BENEFICIAN CON LAS MERCADERIASINTELIGENVIA ; FRUTAS ; Y VERDURAS QUE NO QUIEREN VENDER PORQUE CONSIDERAN UNA INJUSTICIA : PORQUE NO PIENSAN CON INTELIGENCIA POR DIOS Y COMO HUMANOS

    REFLEXIONAR ES UN ACTO DE INTELIGENCIA ;

    1. Esto es una foto de protesta… la realidad es que la fruta no se cosecha del arbol porque es mas caro cosecharla y transportala que dejarla caer…. obviamente que se podria donar si no tuviese costo, pero no es el caso….

  2. la verdad , es una vergüenza mientras hay chicos desnutridos , que nuestro gobierno le importe mas la mariguana la droga ,que matan tantos pives inocentes , que destruyen toda la familia y favorecen a los chorros y enésima le pagan un sueldo por estar en la cárcel , vergüenza ajena te dan los que gobiernan tienen el poder al pedo y para llenarse de plata robado. y pobres trabajadores que sufren calor fríos y trabajan como un negro que no le paguen lo que le corresponda y el consumidor lo tiene que pagar caro en la verduleria .
    ……

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