La producción ganadera demanda políticas que «destraben» el comercio exterior de la carne vacuna e «incentivos» para elevar el peso de los novillos de los actuales 225 a unos 250 kilos por el mayor nivel de demanda externa, liderada por China y el sudeste asiático, expresó ayer el analista agropecuario Fernando Canosa.

«Si seguimos con este tipo de políticas, el consumidor argentino se va a quedar sin carne vacuna por falta de oferta y esto será más grave si no se toman las medidas ahora», aseguró Canosa en diálogo con la agencia de noticias DyN tras participar de las Jornadas Ceida (Centro de Estudios de Investigación de la Dirigencia Agroindustrial), en la sede porteña de la Sociedad Rural Argentina.

Respecto a las iniciativas demandadas por los ganaderos para el 2016, Canosa aseguró que «el sector no tiene hoy previsibilidad, ya que no se saben cuáles van a ser las reglas de juego: hoy se debería entorar las vacas para obtener los terneros para el 2017, que se venderán en el 2018, y sin previsibilidad, la actividad hace la plancha».

Entre los presentes se destacó la presencia del productor David Lacroze, mentor del último acuerdo que logró suscribir toda la cadena cárnica en La Rural 2015, quien aseguró que «hoy para el sector ganadero no basta con eliminar los ROEs y las retenciones, toda la cadena y las industrias requieren un sinceramiento del tipo de cambio y atender el ajuste por inflación en los balances».

Según Canosa, la reestructuración del sector ganadero debería venir de la mano de la posibilidad de elevar el peso mínimo de faena de los actuales 225 kilos hasta un mínimo de 250 kilos, un peso que es empleado por Australia, y si bien esto afectaría la normal provisión de carne bovina al mercado interno, podría ser rápidamente compensado con la producción aviar y porcina.

«Hay una oportunidad de demanda de carne vacuna, liderada por China, Corea y Japón, en el sudeste asiático, que la estamos desperdiciando», expresó el analista cárnico, que incluyó también en este listado la conveniencia que aportarían mercados como los Estados Unidos, Canadá y la Cuota 481 de carne de feedlot.

A partir de estudios presentados por Canosa, se indicó que la Argentina podría pasar de una producción actual de 2,7 millones de toneladas cárnicas a un piso de 5 millones a partir de contar con «políticas y un clima inversor adecuado», hecho que según admitió el especialista podría redundar en la creación de 300 mil nuevos empleos.

Por ello, el sector propone obtener un mayor número de novillos, ya que el stock ganadero cayó en 6,5 millones de cabezas en la última década y sufre, principalmente en el área de la Pampa Húmeda, el paso de unas 800 mil hectáreas anuales de la actividad ganadera a la agrícola.

Para los productores, aumentar la exportación a 5 millones de toneladas de res representaría un negocio de u$s12,5 millones, cifra que experimentaría un aumento del 1.100% respecto a las ventas realizadas actualmente.

«Hoy Asia es una  ‘aspiradora de carne’ y el único mercado con posibilidades de crecer en materia ganadera es en el Hemisferio Sur, principalmente la Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil y algo Bolivia», dijo Canosa.

FUENTE: DyN