El presidente de la Coordinadora de Productores de Alimentos (Copal), Daniel Funes de Rioja, reclamó una solución a la crisis de las economías regionales y para la pérdida de competitividad que enfrenta la industria de la alimentación.
Funes de Rioja disertó durante una jornada de la industria de la alimentación y bebidas, donde presentó una propuesta de reactivación de la industria.
«Existen diversos factores que explican la pérdida de competitividad de las economías regionales y del resto de los sectores: la caída de los precios de los commodities desde mediados de marzo de 2014, el proceso de fortalecimiento del dólar desde el segundo semestre de 2013 y la crisis de dos de los tres principales destinos de las exportaciones de las economías regionales, Rusia y Brasil», explicó el directivo.
Las economías regionales exhiben la «cara más difícil» de la industria de alimentos y bebidas y «necesitan respuestas urgentes», advirtieron distintos dirigentes del sector.
Los referentes plantearon que las actividades de las economías regionales están jaqueadas por el aumento de los costos logísticos, la superposición de impuestos municipales, provinciales y nacionales, la falta de crédito y la pérdida de competitividad.
En el marco de la Segunda Jornada Nacional de Alimentos y Bebidas de Copal, Funes de Rioja, sostuvo que «las soluciones no son homogéneas para cada una de las economías regionales» pero aseguró que «es imprescindible abordar el tema de la pérdida de competitividad y de los altos costos logísticos, de transporte y laborales para dar aire a las industrias».
Por su parte, el director ejecutivo de la Cámara de Fruticultores Integrados (CAFI), Marcelo Loyarte, señaló que es necesario «contener la inflación, una reducción impuestos que incluya la eliminación de las retenciones, negociar aranceles de importación o compensación y mejorar la financiación no bancaria para incorporar tecnología», y lamentó que las peras y las manzanas quedaran sin recolectar por la falta de incentivos para la venta interna y externa.
«El próximo gobierno asumirá en diciembre y nuestra temporada comienza en enero» destacó Loyarte, quien indicó que el costo de los impuestos de las producciones regionales aumentó 70% en los últimos cinco años.
En tanto, Pablo Querol, de Cerveceros Argentinos, afirmó que «las economías regionales necesitan respuestas urgentes, no recién en diciembre». A su vez, el presidente de la Cámara de Legumbres de la Republica Argentina (Clera), José María Lazara, solicitó una eliminación de las retenciones, normalizar los atrasos en la devolución de retenciones e IVA, resolver el alto costo interno del flete, avanzar en acuerdos internacionales y eliminar las distorsiones al comercio.
José Carbonell, de Federcitrus, precisó que «producir una caja de limón y llevarla a los puertos de exportación desde donde se producen tiene un costo del 65% de lo que cuesta llevarla a Cartagena o a Rotterdam, y llevar una caja de cítricos a Europa le cuesta a la Argentina un 70% más que a nuestro competidor Sudáfrica».
«El flete es uno de los problemas, pero el costo laboral subió en 210%, los combustibles subieron 170%, la presión fiscal subió 70% medida en dólares en estos últimos cinco años», detalló.
En igual sintonía, el presidente del Centro Azucarero Argentino, Fernando Nebbia, puntualizó que «el flete representa un 35% del precio de venta de exportación». Nebbia propuso «incrementar el corte de biocombustibles para el etanol proveniente del azúcar» y alegó que «esto le permitiría a la industria azucarera reducir su exposición en el mercado internacional en un 50%».
FUENTE: DyN
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