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12/08/2015

Maní: sembrar temprano, protegiendo la semilla

Arysta presenta las herramientas para fortalecer el cultivo de maní. Nueva apuesta para lograr mejores resultados.

El secreto del éxito en todo cultivo es la calidad de la semilla implantada y vale también cuando se quiere sembrar maní; por eso los especialistas recomiendan seleccionar semilla sana, tamaño medio, libre de enfermedades, y que además tenga vigor y buen poder germinativo. Todo eso ayudará a minimizar y superar las condiciones adversas como las bajas temperaturas del suelo, la excesiva profundidad de siembra o el encostramiento superficial.

El tratamiento de semillas con fungicidas otorga una protección eficiente contra los patógenos. El Ingeniero Agrónomo Emanuel R. Molina, del Servicio Técnico y Tratamiento de Semillas de Arysta LifeScience indicó: «Es fundamental la selección del que mejor se adapta a cada uno de los sistemas de producción, ya que sobre el fungicida residirá gran parte del éxito en la implantación del cultivo».

Al analizar las enfermedades que más afectan al maní -especialmente en ambientes húmedos-, Molina se refirió a la marchitez bacteriana (Pseudomonas solanacearum): «Se distingue por el marchitamiento rápido de las hojas y la muerte repentina de la planta. Lo ideal es no sembrar otras leguminosas, sobre todo soja, en campos con esta problemática. Y, si el terreno está infectado, las rotaciones normales de 4 años deberían alargarse a 6 ó más, antes de utilizar un cultivo susceptible», indicó. Otras enfermedades influyentes en el maní durante los períodos de humedad son la mancha de la hoja (Cercospora personata) y el carbón del maní (Thecaphora frezii) que aumentó su incidencia en las últimas campañas.

Por otra parte, recientemente se analizó la interacción entre los nemátodos (Meloidogyne javanica) y los hongos (Rhyzoctonia solani). «Al parecer existe un sinergismo entre ambos patógenos del suelo, con lo cual, los efectos destructivos o infecciosos sobre el cultivo son mucho más importantes sobre las raíces y, por consiguiente, sobre los rendimientos finales», indicó Molina.

El uso adecuado de fungicidas para tratamiento de semillas, formulados en mezclas como VITAVAX® FLO TS (Carboxín 20% + Thiram 20%), ayuda a controlar eficazmente los patógenos del suelo y la semilla, evitando la merma en el stand de plantas logradas.

Cuando se anticipa la fecha de siembra, con suelos más fríos, el uso de RANCONA® DIMENSIÓN (Ipconazole 2,5% + Metalaxil 2,0%) permite controlar patógenos presentes en la semilla y en el suelo, mejorando la emergencia del cultivo por su acción efectiva sobre Oomycetes presentes en estas condiciones. Este producto se destaca por su formulación como micro emulsión, que lo convierte en el curasemilla ideal para ser usado con polímeros de última generación. Esta compatibilidad asegura la protección eficiente y por mayor tiempo de las semillas tratadas.

Existe una oferta con múltiples combinaciones para el tratamiento de la semilla de maní. De igual modo, la gran variabilidad climática que se viene dando en la zona núcleo de producción de este cultivo constituye un elevado riesgo para las futuras campañas.

En este sentido, Arysta LifeScience desarrolló una nueva tecnología para tratamiento de semilla de maní que se complementa con RANCONA® DIMENSIÓN ó VITAVAX® FLO TS. Se trata de BIOZYME® TF,  un bioestimulante con extractos vegetales y micro elementos (Mg, S, B, Fe, Mn y Zn) en forma de sulfatos, que generan fitohormonas naturales (auxinas, giberelinas y citocininas) y aminoácidos.

Según el Coordinador de Marketing y BioSoluciones de Arysta LifeScience,  Ing. Alejandro Oliver, “BIOZYME® TF es un bioestimulante de la germinación cuya aplicación incrementa al máximo el potencial genético natural de la semilla, promoviendo un sinergismo con el fungicida y una germinación más rápida y uniforme”.

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