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04/06/2015

Asociarse para crecer

El Gobierno presentó el Programa de Asociatividad Vitivinícola. Uno de los ejes es la creación de canales de comercialización directa.

La secretaria de Desarrollo Rural del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Carla Campos Bilbao, encabezó la presentación del Programa de Asociatividad Vitinícola antes autoridades y organizaciones de agricultores y elaboradores de las provincias productoras.

La actividad se llevó a cabo en el Hotel NH Bolívar, de la Ciudad de Buenos Aires, y de la misma participaron el titular del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), Guillermo García; el subsecretario de Desarrollo de Economías Regionales, Luis Vito; el jefe de Gabinete de la Secretaría de Desarrollo Rural, Eduardo Jacobs; el director nacional de Programas de Desarrollo Regional, José María Mones Cazón; el director de Vitivinicultura de la provincia de Mendoza, Daniel Gallardo; el director de Vitivinicultura de San Juan, Jorge Escobar; el director de Agricultura de La Rioja, Silvio Salvadoares; el jefe de Gabinete del Ministerio de Producción de Catamarca, Pablo Vargiu; y el subsecretario de Asuntos Agrarios de Salta, Germán Albrecht.

Además, asistieron los representantes del Ministerio de Economía de la Nación, Ariel Filadoro, y de la Red ComPrAr, Esteban Akerman. Estuvieron también miembros de entidades como la Coperativa de General Alvear, Cooperativa Uqueňos, Cooperativa Vitivinícola de San Martín, Cámara de Bodegueros de La Rioja, Cámara Agroindustrial de La Rioja, Cooperativa Vitivinícola de Monte Caseros (Mendoza) y productores de San Juan, Mendoza, La Rioja y Catamarca.

Campos Bilbao resaltó entre los lineamientos del Programa la posibilidad de «interpelar la matriz productiva del sector y hacerla más diversificada», al tiempo que consideró «interpelar la matriz institucional del sector, a esas instituciones corporativas que en los últimos 20 años nos llevaron a donde estamos».

«Estamos en condiciones de mejorar con estrategias de venta directa y de pararnos mejor ante un mundo que reclama nuestros productos, especialmente vino, mosto, uva en fresco y pasas de uva», indicó la funcionaria, quien también resaltó que «esto puede desarrollarse con una continuidad política y con lineamientos nacionales que se puedan ejecutar con visión territorial junto a gobiernos provinciales y municipales».

Campos Bilbao también destacó el rol del Estado a la hora de «aflojar tensiones que se producen por la lucha de intereses entre el esfuerzo de los trabajadores y la ambición de algunos empresarios». «Nosotros elegimos encarar estas soluciones con los sectores más débiles, que sufren a los sectores concentrados», sostuvo.

En ese sentido, cabe remarcar que la del vino es una de las cadenas más concentradas del país. Si bien existen más de 900 bodegas elaboradoras, el grueso de la producción y las exportaciones es controlado por un grupo minoritario de cuatro mega empresas.

«Es horrible que tres o cuatro empresas no le paguen a los productores por su trabajo. Nosotros levantamos el guante y vamos a convertir esto en algo positivo», aseguró Campos Bilbao.

Buscando eliminar los intermediarios en la cadena de valor y poner en manos de los productores una herramienta de comercialización, el programa contempla un sistema de venta directa a través del Mercado Central y las ferias y mercados integrantes de la Red Comprar.

Para ello, los productores y elaboradores que se adhieran deberán avanzar en la creación de una organización que les permita trabajar de manera articulada, como una cooperativa o federación. 

Participan del programa 30 bodegas de San Juan, Mendoza y La Rioja más cinco cooperativas mendocinas. Se suman al mismo más de 1.000 productores de San Juan, Mendoza y La Rioja.

Según las estimaciones oficiales, en la primera campaña  se plantea el objetivo de ventas en un año de 25 millones de litros de vino, es decir, un 3% del mercado interno total del país.

Por su parte, García señaló que «el Programa propende a una justa distribución de la renta vitivinícola».  «Estamos hablando de negocios y de la sostenibilidad de los pequeños y medianos productores. Porque esa rentabilidad se traduce en familias que viven de ella y en puestos de trabajo que se sostienen», indicó.

En tanto, Gallardo remarcó: «El Programa debe pensar en el productor y el consumidor, debemos innovar y apuntar a lo que quiere consumir el público. Así podemos recuperar el volumen».

La jornada incluyó un taller denominado «Desafíos de la comunicación en la vitivinicultura» y una recorrida por las instalaciones del Mercado Central de Buenos Aires, donde funcionará un punto de venta directa de vinos elaborados por pequeños viñateros.

Para la presente vendimia, el gobierno nacional realizó aportes al sector por más de $167 millones, de los cuales $125 millones ya han sido transferidos a las provincias.

En tanto, el Programa de Asistencia a la Cadena de Valor Vitivinícola lleva en sus siete años de funcionamiento proyectos financiados por $412 millones, beneficiando a 5.200 viñateros y 300 bodegas con proyectos financiados en diez provincias.

«En los últimos siete años incorporamos 300 bodegas del total de 900 que hay en la Argentina, más de 1.700 elaboradores y alcanzamos a más de 5.000 productores que, si bien no manejan mucho en volumen, son importantes en puestos de trabajo», resaltó Campos Bilbao.

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