El sector triguero ya comenzó con la siembra de este cereal para el ciclo 2015/16, en una plaza signada por la falta de precio internacional, carencia de estímulo oficial y un mercado que depende de la exportación y se encuentra sobreabastecido, según admiten informes privados.

«Con gran incertidumbre sobre el área que finalmente ocupará el trigo de la campaña 2015/16, se ha dado inicio a la siembra de los primeros lotes en sectores del centro y norte de la región agrícola, con diversos factores que influyen sobre la decisión de incorporar el cultivo», explicó en su último informe la consultora rosarina FyO.

Según los dossier realizados por técnicos de la Asociación ProTrigo (Aaprotrigo), mientras que continúan las trabas de comercialización y un parate en las ventas externas para este cereal, la molinería no compite y el sector exportador sigue muy cómodo con los lotes de granos ya adquiridos en los últimos meses. 

Esto lleva al mercado a demandar granos de manera irregular, a valores que van desde $970 (que se pagan en Rosario) a $1.800, dependiendo esto de la calidad del trigo disponible y el uso que se le puede dar a cada lote.

Hasta el momento, la exportación lleva compradas unas 6 millones de toneladas sobre una producción y un stock que ascendió a 13,5 millones al finalizar el ciclo anterior, mientras que apenas se llevan exportadas poco más de 2,5 millones.

Cuando aún hay cerca de 4 millones de toneladas de trigo por comercializar, la molinería apenas compró -tras retirarse del mercado- unos 3 millones, al tiempo que los exportadores aguardan la posibilidad de contar con nuevos ROE para desprenderse de sus tenencias ensiladas.

Más allá de las dificultades que enfrenta actualmente la toma de decisiones para sembrar trigo, la Bolsa de Cereales porteña proyecta una superficie a cubrir de 4,1 millones de hectáreas, cifra que exhibiría una merma de un 7% en el orden interanual.

De esta área pronosticada, la sembradoras ya ocuparon casi un 3% de la superficie a implantar, lo que permite calcular un adelanto en la siembra de 0,8 puntos porcentuales respecto al ciclo 2014/15.

No obstante, la recomendación dada por especialistas granarios como Javier Buján y Gustavo Picollá, de la firma Kimei, es apuntalar la siembra de trigo con una proteína de 10,5, sin hablar de gluten ni detalles de calidad industrial.

Según Kimei, los lotes del cereal que se obtengan contarán con mercado en los puertos del sur bonaerense y las posibilidades de demanda que ofrece un clásico mercado como Brasil, con un precio estimado en u$s165/170.

Entre Ríos

La campaña triguera comenzó en Entre Ríos con «una fuerte reducción en la intención de siembra», según informó la Bolsa de Cereales de la provincia mesopotámica.

En su reporte semanal, la entidad entrerriana consideró que la situación que ofrece este cultivo se presenta como una «gran incógnita y un desafío que se asemeja a una ruleta para los agricultores».

«En los últimos años, los productores que tomaron la decisión de sembrar el cereal tuvieron que ir afrontando una serie de adversidades, de las cuales seguramente la más importante fue el problema de la comercialización y la quita de rentabilidad generada por las retenciones», expresaron los técnicos de la entidad cerealista.

A través del estudio difundido por el Servicio de Información de la Bolsa de Entre Ríos (Siber), se consignó que «se pueden hacer todos los esfuerzos humanos y técnicos para lograr buenos rendimientos respetando el ambiente, pero si al final de la trilla es imposible de vender lo necesario para obtener el dinero para vivir, el trabajo se torna inútil».

Los especialistas entrerrianos comentaron además que «a este escenario se le suma la caída en la cotización del trigo, que al día de la fecha ha sido la gota que rebalsó el vaso» y explicaron que la producción sostiene de manera «unánime» que durante la presente campaña «el rendimiento que deberán sacar para salvar los gastos directos supera ampliamente al rinde promedio de Entre Ríos en los últimos años».

Para el Siber, «la falta de rentabilidad en la producción de trigo genera endeudamiento, el cual es soportado por las empresas del sector, situación que cada vez se torna más difícil de sostener».

«Además se suma la incertidumbre del mercado a futuro asociado a un escenario político cambiante, debido a que la implantación se realizará con un gobierno y la cosecha con otro», indicaron los especialistas.

Desde el Siber se expresó que «las expectativas están centradas en que a futuro se normalicen las exportaciones y se eliminen las retenciones y los ROE verdes». 

FUENTE: DyN