El 1 de enero de 2015 el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) se hizo cargo del sistema cuarentenario patagónico en cumplimiento de la Resolución 422/2014, dictada en septiembre pasado por el organismo con la firma de su presidenta, Diana Guillén, de acuerdo a lo establecido por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
Desde esa fecha, el Senasa tiene a su cargo “la administración económica, financiera y patrimonial de los programas, planes y sistemas cuarentenarios respectivos”, habiendo acordado con la Fundación Barrera Zoofitosanitaria Patagónica (Funbapa) “los procedimientos de traspaso y/o transferencia de la totalidad de los recursos y bienes comprendidos en los convenios de administración y/o uso de bienes celebrados oportunamente y las rendiciones de cuentas respectivas para su aprobación por parte de este organismo”.
“Esta iniciativa, que oportunamente fue bien recibida por los gobernadores de las provincias patagónicas, muestra que el Estado Nacional continúa fortaleciendo las políticas públicas destinadas a acompañar el desarrollo productivo, a partir del control zoofitosanitario correspondiente, para favorecer que la población acceda a agroalimentos sanos e inocuos”, dijo Guillén.
En lo que se refiere a la cuestión operativa, la medida implicó también el cambio de cartelería en las barreras y vehículos asignados con la imagen visual que caracteriza al Senasa, al igual que en la indumentaria de los agentes que se desempeñan en esos puestos de control zoofitosanitario que abarcan aeropuertos y rutas de la región sur del país.
En estos primeros días del año, el coordinador de Gerenciamiento Regional del Senasa, Luis Leppen, realizó una recorrida por los puestos terrestres «714», Río Colorado, La Adela, Pedro Luro, 25 de Mayo y Catriel, entre otros, y notó a los agentes “contentos y entusiasmados con la nueva situación”, expresó.
06 de enero de 2014
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