Oruga medidora.

Las resistencias a un tipo de principio activo o inclusive a un modo de acción determinado se están manifestando en todo el espectro de control de plagas, enfermedades y malezas. Esto obliga a contar con productos formulados en base a dos principios activos de diferente modo de acción, de modo que al productor le asegure tres puntos fundamentales:

– Disminución de la posibilidad de que queden individuos con inicio de resistencias al tratamiento.

– Control en una sola vez, con alta eficiencia.

– Poder de volteo y residualidad.

Teniendo en cuenta las condiciones ambientales que se registraron esta campaña, en algunos lotes de soja ya se ve la presencia de isocas medidoras e isocas de las leguminosas en forma más temprana que en años anteriores. La presión hacia el momento de estadíos reproductivos puede llegar a ser inmanejable.

Por otra parte, las sojas en alto crecimiento provocan un efecto dilución de aquellos insecticidas que sólo trabajan por efecto residual, que puede afectar la eficiencia de control.

En el mercado ya se encuentran mezclas como la formulada en base a Bifentrin y Novalurón (Piretroide + IGR), presentes en Biflex Plus, de FMC. El primero es un piretroide de tercera generación, que trabaja por contacto e ingestión, actuando sobre el sistema nervioso de los insectos.

Por su parte, el Novalurón es un «regulador de crecimiento», que afecta la síntesis de quitina al momento del cambio a pupa. El Novalurón tiene una gran acción sobre los estadíos larvales I y II, mientras que el Bifentrin actúa sobre todos los individuos presentes en el cultivo.

Controla orugas medidoras, de las leguminosas y falsas medidoras.

Nota aparecida en Diario PERFIL del sábado 3 de enero. Lea el artículo completo en el último número de SuperCAMPO, enero de 2015. Para suscribirse, haga click acá.

06 de enero de 2015