La carcaza de una de las presuntas cosechadoras, cuando fue presentada en la Casa Rosada.

Ayer se conoció la noticia que la fábrica de maquinaria agrícola Grandes Maquinarias, perteneciente al Grupo Senor, había recibido la notificación de quiebra por parte de la Justicia argentina, luego de que se comprobara la entrega de cheques millonarios sin fondos a varios proveedores. La deuda alcanza los $10 millones, de los que el 70% corresponden a una mora con el gobierno de Entre Ríos.

Esta mañana, Horacio Larrivey, síndico de la quiebra de la empresa, afirmó en declaraciones a La Red que «cuando (Guillermo) Moreno viajó a Angola, la cosechadora ya estaba en cesación de pago».

Se trata de un capítulo más de uno de los megaproyectos del ex secretario de Comercio Interior. En marzo de 2012, representantes de Senor emprendieron una gira comercial por África junto al funcionario. En su parada en Angola, se firmó con ese gobierno un documento de «intención de venta» de 18 cosechadoras, tolvas y plataformas nacionales fabricadas por esta empresa. A su regreso, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció la novedad con bombos y platillos. Incluso la mandataria se animó a subirse a un prototipo en la mismísima explanada de la Casa Rosada. Nunca de fabricó más que eso.

Daniel Huarte, ingeniero y dueño de Plásticos de Camiones, fue uno de los proveedores damnificados económicamente por la compañía de Ricardo Senor, padre e hijo, y Sergio Scravaglieri. “Fue un infierno de piezas, con bajísimo nivel técnico lo que nos pedía hacer, ninguna pieza encajaba con ninguna (…). Nos les importaba nada, era un menjunje de masilla y cartón, todo para llegar a la fecha de la presentación. La cosechadora se cae sola, se empieza a descascarar: es como el cosmético, que necesita de capas delgadas, no de bloques, sino se descascara. Fue una vergüenza”, aseguró. Y eso sin contar la «suma considerable» que se le debe. Otra caída del relato K.

04 de abril de 2014