El sector pesquero logró, en 2013, superar en exportaciones a la carne vacuna. Esta última cargo con políticas oficiales negativas, obligaciones hacia el mercado interno y trabas para exportar, por lo que la actividad ictícola se posicionó por encima en cuanto al valor de las ventas en un 19%, publicó La Nación.

Estos datos surgen de un informe de IES Consultores, que afirma que se capturó un total de 821.400 toneladas, principalmente de merluzas. También fue importante la pesca de moluscos, con un fuerte avance del calamar. Y mejoró la captura de crustáceos, entre los que se destacaron los langostinos.

«El consumo de productos pesqueros, medido por las ventas en el mercado interno más las importaciones, en 2013 creció hasta los 362.500 de toneladas, un 20,6% interanual», agrega el texto. Así, se calcula que cada argentino consumo nueve kilos de pescado per cápita al año, un nuevo récord, solo un kilo por debajo de la ingesta anual de cerdo por persona. En dos años, aumentó la preferencia por los productos de mar en un kilo y medio.

Para los analistas, el aumento en el consumo interno de pescado puede deberse a dos factores: una mayor oferta de la variedad de mayor compra, la merluza -«que también impulsó la exportación de filetes»- y el menor precio, a causa de una buena oferta y el límite que marca la caída del valor del filete de venta externa.

Con respecto al mercado mundial, el informe aclara que «el factor dinámico de la producción pesquera argentina es el mercado externo, que participa históricamente en torno al 61% en el destino de la captura». En ese sentido, en 2013 las exportaciones alcanzaron los u$s1.495 millones, un 11% más que el año anterior. Una de las razones fue el alza en las ventas de moluscos y crustáceos. En cantidades, los envíos aumentaron un 14,9%: llegaron a ls 500,1 miles de toneladas.

Los principales países compradores fueron España, China y Japón, seguidos por Italia, Brasil y los Estados Unidos. Entre estos se distribuye el 70,4% del total de las exportaciones ictícolas.

No obstante, no todo el panorama es positivo. A menos de dos meses de Semana Santa, la devaluación ya llevó a que los peces capturados en el exterior evidencien un salto en su valor de góndola.

Si bien en 2013 se evidenció un crecimiento en las importaciones de un 9,4% interanual (u$s193,6 millones), los volúmenes se redujeron en un 6,3%, con un total de 41.200 toneladas. Para IES, esto se debe al «avance de las restricciones por la aplicación de la Declaración Jurada Anticipada de Importación». «En muchos casos, las importaciones están compuestas por productos sofisticados, destinados al consumo de los segmentos de mayor ingreso en la sociedad, lo cual potencia el factor de restricciones como motivo principal de la caída observada en cantidades (junto con el impacto del menor ritmo de la economía y el consumo), en tanto que el crecimiento en los valores se explica por el alza del precio medio de importación, del 16,7% de suba interanual», explican los analistas.

La suba de los principales productos importados -como el salmón rosado chileno, el camarón ecuatoriano, el pulpo de Brasil, la cigala de Cuba y el kanikama de Uruguay, que aumentaron el mismo porcentaje que se devaluó- se registra hoy no sólo en las pescaderías sino también en los principales locales gastronómicos.

19 de febrero de 2014