El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) dictó la Resolución Nº29 con el fin de aprobar el Sistema de Vigilancia Epidemiológico de Tuberculosis Bovina para mantener el estatus sanitario de “Libre de Tuberculosis Bovina” en la provincia de Tierra del Fuego e Islas del Atlántico Sur, que había sido declarado el 1 de marzo de 2012 (Resolución Nº100).
La Resolución 29/2013 fue dada a conocer en el Boletín Oficial el 10 de diciembre del año pasado, y entró en vigencia al día siguiente. Lleva la firma de la titular del Senasa, Diana Guillén.
La norma surgió luego de que se discutieran sus lineamientos en un taller sobre el sistema de vigilancia epidemiológica en una zona libre de brucelosis y tuberculosis, que tuvo lugar en Río Grande en abril de 2012. Allí se consensuó que todos los productores y/o tenedores de bovinos deberán ajustarse al manual de procedimientos del sistema de vigilancia en el marco de la Resolución Nº539/08 del organismo.
En tanto, en el encuentro en la ciudad fueguina se determinó una metodología uniforme para la obtención, recolección, registro, remisión, procesamiento, diagnóstico y análisis de los datos de todas las actividades realizadas en el marco de la vigilancia epidemiológica de la tuberculosis.
De esa reunión participaron profesionales del Senasa, de las direcciones de Ganadería y de Laboratorios Oficiales de Tierra del Fuego, del Hospital Regional de Río Grande y de colegios veterinarios. También adhirieron productores y la Comisión Provincial de Sanidad Animal (Coprosa).
El sistema de vigilancia para la tuberculosis permite que los servicios veterinarios obtengan un análisis correcto de la situación de la enfermedad en las poblaciones ganaderas. Así, su actuación en la ocurrencia de brotes tanto en animales de producción doméstica como en silvestres es mucho más eficiente, al igual que su intervención oportuna en la región declarada como zona libre de brucelosis y tuberculosis bovina.
Para que se pueda mantener este estatus, deberán cumplirse estrictamente las acciones normadas en el sistema de vigilancia establecido.
Esta condición sanitaria mejora las posibilidades del sector exportador agroalimentario y permite la competencia en el comercio internacional de carne y sus derivados, y de reproductores, semen y embriones de las distintas especies con aquellos países que han erradicado la enfermedad.
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