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Actualidad

08/03/2018

El rol de la mujer en el campo es poco visible

Para la FAO, si las mujeres del campo tuviesen el mismo acceso que los hombres a recursos agrícolas, se podría aumentar la producción en las granjas de mujeres de países en desarrollo a más del 30%.

En el Día Internacional de la Mujer, destacamos el rol clave que tienen las mujeres que ocupan un lugar primordial en la producción agraria de Argentina. Coincidiendo con un movimiento mundial sin precedentes a favor de los derechos de las mujeres reflexionamos sobre el tema.

Las mujeres contribuyen a la economía y representan una gran parte de la mano de obra agrícola en el país y en todo el mundo. Los últimos datos de la FAO estiman que si las mujeres del campo tuviesen el mismo acceso que los hombres a recursos agrícolas, se podría aumentar la producción en las granjas de mujeres de países en desarrollo a más del 30% y reducir potencialmente la cantidad de personas que sufren hambre en el mundo entre 100 y 150 millones de personas.

Los roles y los trabajos de las mujeres en el campo son primordiales en la producción agraria argentina. Hay pocos escritos y estadísticas y por eso muchos historiadores e investigadores se preguntan por cada lugar que la mujer ocupa y cómo cada espacio otorga una especificidad a los lugares asignados simbólicamente a las mujeres. Alejandra de Arce es autora del libro “Mujeres, familia y trabajo: Chacra, caña y algodón en la Argentina (1930-1960) y analiza porqué es escasa la visibilidad del trabajo de las mujeres en el campo argentino y, a partir de las experiencias de varias protagonistas, se propone descubrir las voces ocultas de aquellas que vivieron y trabajaron en el mundo rural pampeano y norteño a mediados del siglo XX.

“El gran problema, si pensamos en las mujeres en el campo y su relación con el trabajo agropecuario, es la falta de estadísticas vinculada a sus actividades. Ellas siempre responden que trabajan en sus quehaceres domésticos y que les genera mucho más trabajo que el que tienen las mujeres en las ciudades”, comenta De Arce al respecto. “Ellas se ocupan de las huertas, de las chacras, de cuidar animales para la producción, elaboran conservas y artesanías para su comercialización. Este es un fuerte mandato histórico que siguen conservando algunas de ellas. La globalización y las nuevas tecnologías ayudan a la toma de consciencia de las trabajadoras rurales y su explotación”, señala De Arce para entender esta coyuntura.

El aislamiento y la fragmentación del trabajo productivo femenino que se alterna con el doméstico hacen que su contribución económica sea invisibilizada y relegada. Esa poca visibilidad las afecta. Nos afecta a todas como mujeres emprendedoras.

Por ejemplo, claro está el lugar de las mujeres en las explotaciones cañeras tucumanas y está ligado a las posibilidades de subsistencia de su finca. “Las tucumanas deben cumplir con su papel doméstico como tarea primordial. En los minifundios, las mujeres trabajan con sus esposos en las rudas faenas agrícolas, cuidan de los hijos y preparan la comida. Cuanto más bajo en la escala se encuentre el hogar cañero, más probablemente recurra a la utilización del trabajo de las mujeres que allí viven, sin eximirlas del resto de sus tareas”, comenta De Arce sobre este aspecto y que desarrolla con testimonios en su libro.

Esta estructuración por género del trabajo rural persiste a través del tiempo. De a poco aparecen diversas iniciativas y programas públicos, internacionales o desde ONG que quieren concientizar a las mujeres sobre la relevancia de su participación en la producción y en las capacitaciones técnicas dirigidas al sector agrícola.

Pensando en el libro de Alejandra de Arce que trabaja en el aspecto pasado de las mujeres argentinas que trabajan en las producciones cañeras o algodoneras con tareas manuales que son difíciles para ser desempeñadas por mujeres más el trabajo familiar hay mucho por hacer. Es una deuda para todas ellas que sean reconocidas como trabajadoras rurales. Al no haber datos oficiales, y pensando que el Censo Agropecuario Nacional se realizará próximamente, habrá que articular el eje de género que es el que falta para entender este rol fundamental en el campo y es una deuda enorme respecto a la perspectiva de género.

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