Gustavo Grobocopatel, Presidente del grupo agroindustrial Los Grobo y titular de la división de agronegocios del Grupo de Líderes Empresariales (LIDE Argentina), participó del Ciclo de Conferencias organizado por el Rotary Club de Buenos Aires con la coordinación de Clara Mariño.
El orador comenzó su discurso diciendo que vivimos en tiempos turbulentos ya que las cosas tienden a empeorar y aparecen cosas que no nos imaginábamos tiempos atrás. Declaró que las turbulencias se deben a los cambios estructurales en la sociedad impulsados por el desarrollo tecnológico. “La incertidumbre hace que empiecen a haber manifestaciones diversas en distintos estratos de la sociedad, los que tienen porque tienen miedo de perderlo y los que no tienen porque sienten que el futuro no les pertenece. Es importante aprender de lo que pasó para poder proyectar mejor lo que va a pasar”.
Continuó afirmando que la gente desconfía cada vez más en la democracia, ya que ven a la corporación política como un conjunto de personas que se han apropiado del estado para su propio beneficio, y también del capitalismo. De éste último mencionó que trajo enormes beneficios, a veces difíciles de ver en Argentina, pero que se pueden ver analizando el mundo.
“En las sociedad más pobres o menos desarrolladas el capitalismo es imperfecto, vivimos en un pre capitalismo porque no se expresa lo mejor sin determinadas condiciones: Estado de calidad, competencia y mercados que funcionen bien”. Opinó que en la sociedad fragmentada las transformaciones conllevan a la necesita pensar el propósito de lo que hacemos, el sentido.
Se necesitan instituciones que marquen los límites de la sociedad. Los negocios se vinculan con los acuerdos y las reglas, por eso es importante entender el propósito de cada uno. “¿La aplicación de la asignación universal por hijo genera gente más libre, empleable, autónoma, emprendedora, solidaria? Si falta alguna de ellas debemos revisar la política. Lo mismo sucede con cada uno de nuestros negocios”. El capitalismo del siglo XXI de la sociedad de la esperanza requiere un mercado y empresarios de este tiempo, dispuestos a arriesgar, que se dejan impactar por la sociedad pero se permitan impactar en ella.
“El rol de los empresarios en estos tiempos turbulentos y del miedo es construir junto con el sector público y los líderes sociales este nuevo capitalismo. Las iniciativas público privadas son una forma de vínculo como cliente y proveedor, yo propongo además sublimar la relación construyendo juntos un capitalismo de este siglo”.
El orador continuó brindando tres particularidades de Argentina y comentando primero que nuestro país no tiene elementos ordenadores de la sociedad sino que la misma es plana. “Las expectativas de todos son semejantes y se mantiene aún en los pobres y quienes no tienen trabajo por muchos años”. Segundo que en Argentina no hay elites con vocación de liderazgo y transformadoras y por último que sin estas elites en una sociedad plana lo único ordenador son las instituciones pero ahí también “estamos flojos de papales”. “Al no darse ninguna de estas tres situaciones estamos siempre muy cerca de una anarquía y se genera una destrucción permanente porque las tres cuestiones se dan en marcos de progreso. Se realiza el debate en una plataforma de creación de pobreza, lo cual es grave y debemos revertir mediante acuerdos lo antes posible” pronunció Grobocopatel.
Compartió que se puede ver al peronismo como el elemento ordenador de la sociedad argentina y agregó que espera que este elemento nos conduzca hacia el futuro y no hacia el pasado.
Al ser preguntado por el Mercosur el orador declaró que iría por un Mercosur mayor pero diferente. “Necesitamos integración cultural para la integración económica, convergencia macroeconómica, determinados acuerdos a largo plazo y borrar fronteras entre los países. Soy un fundamentalista del Mercosur”.
Frente a la pregunta de Clara Mariño sobre el futuro gobierno y una posible retención del 35% a la soja respondió que “el problema no es lo que hacemos sino lo que logramos a través de las acciones. Creo que va a disminuir la producción agrícola y las inversiones en un sector que tiene mucho más para dar que lo que dio. Daría la impresión que no aprendemos de lo que sucedió”. Agregó que según su opinión siempre debió haber retenciones pequeñas del 5% en el trigo y el maíz para poder desarrollar la industria local y la transformación de granos en carnes. Hay una visión muy fragmentada de los sistemas económicos. Las retenciones impactan sobre la agroindustria y todas las relacionadas.
“Argentina creció la mitad del promedio de américa latina en los últimos 20 años, si hubiéramos crecido como el promedio hoy tendríamos un 50% de PBI mayor, uno puede subir los impuestos pero no puede evitar las consecuencias. Es pan para hoy y hambre para mañana”.
Gustavo Grobocopatel terminó su discurso comentando que el sector agropecuario argentino vive de las innovaciones que se hicieron en los últimos 25 años, desde hace 15 que la argentina no está haciendo lo que impactará en los próximos 20. “Tenemos la ilusión de que todavía somos competitivos pero creo que estamos fuera del mundo de la tecnología. Innovamos para resistir, no para proyectar los próximos 20 años”, sentenció.
Fuente: Agencia Nueva Comunicación / Rotary Club
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