La Escuela Agrotecnica N° 327 de Bigand, provincia de Santa Fe, fue sede de la primera edición de AgroMakers. Se trata de una iniciativa desarrollada por la Fundación de la Bolsa de Comercio de Rosario, en conjunto con la Universidad Austral, que busca incentivar a alumnos en el desarrollo de soluciones innovadoras para el agro.
La jornada, orientada a chicos y chicas de 5° y 6° año, concluyó con la presentación de los 10 proyectos elaborados, de los cuales tres fueron destacados por el jurado a modo simbólico.“Este es un programa articulado con el Laboratorio de Innovación Educativa (LINE) de la Universidad Austral y tiene como objetivo que los chicos desarrollen propuestas innovadoras ante desafíos que nos atraviesan hoy como sociedad. Es una especie de hackaton, una jornada que nosotros denominamos de creación colectiva, donde ellos tienen que trabajar sobre tres ejes: avances para el ahorro y producción de energía, soluciones ante las emergencias climáticas y desarrollo de tecnología aplicada al agro”, explicó la coordinadora de la Fundación BCR, Anaclara Dalla Valle.
Para implementar la iniciativa, la Fundación de la Bolsa definió trabajar con las escuelas agrotecnicas de Bigand (N° 327), Ceres (N° 308) y Las Toscas (N° 2), todas ubicadas en la provincia de Santa Fe. “Agromakers y su modalidad de trabajo es producto del relevamiento previo realizado en escuelas. Así surgió la necesidad de contar con proyectos que promuevan el emprendedorismo y la innovación”, agregó Dalla Valle.
La primera edición del certamen contó con la participación de referentes del INTA, del Ministerio de Educación, de la Secretaria de Educación Técnica, representantes de Agricultores Federados Argentinos (AFA), docentes de las tres comunidades y Jorge Tanoni, directivo de la BCR quien participó como mentor, junto con funcionarios de la instituciónn aportando sus conocimientos del sector agropecuario y manejo empresarial.
“Esta una jornada que nos movilizó mucho. Tenemos grandes expectativas porque apunta hacia donde creemos que la educación va a ir en el futuro. Se habla mucho de la educación por proyectos y que esta primera experiencia nos va a ayudar a acercarnos con esta nueva modalidad”, aseguró el vicedirector de la Agrotecnica N° 327, Mauro Grassi. Y detalló: “Quienes estamos en el ámbito laboral sabemos que no podemos seguir formando a chicos para el trabajo que ya fue; sino para los desafíos que van a tener de acá a 10 o 20 años. El sumar personas que tienen más experiencias que uno, como sucede en esta actividad, es avanzar hacia eso”.
En tanto, Victoria Cerrano, coordinadora del Laboratorio de Innovación y Emprendimientos de la Universidad Austral, se refirió a la modalidad de trabajo de la iniciativa. “La idea es trabajar a través de una metodología que se llama Business Model Canvas. Con ella Se busca aterrizar a un modelo de negocios la solución pensada para el desafío elegido”, contó Cerrano.
Y en relación a la decisión de realizarla en escuelas del ámbito rural, precisó: “Intentamos acercarnos al territorio, a la gente que está todos los días conviviendo con los problemas (del campo) y despertar el interés para que busquen soluciones. Nada más lindo que sea en una escuela que congrega a actores de diferentes rubros, industrias y profesiones para acompañar a los chicos en este desafío de emprender, que a veces es más grande para los adultos”
Una solución para degradar plástico se destacó entre los proyectos elaborados. Durante el desarrollo de la actividad, los alumnos trabajaron divididos en equipos sobre los ejes propuestos. Finalmente, el jurado, conformado por representantes de todas las instituciones presentes, destacó los proyectos ganadores. “Nuestra solución se basó en la investigación de una bacteria que, con sus enzimas y todo su proceso, ayuda a degradar el plástico”, contó Camila, representante del equipo que quedó en primer lugar.
“Al comienzo del día teníamos otras ideas, pero después de investigar nos centralizamos directamente en la contaminación, con foco en la reducción de plásticos. Empezamos a investigar y encontramos que esta bacteria podía reducir el material y la desarrollamos”, agregó la alumna.
Otro proyecto destacado se basó en el uso de turbinas en alcantarillas para obtener energía del agua de lluvia. Aunque más allá del detalle de cada solución, lo más importante de la primera jornada de Agromakers pasó por la creación colectiva. “Lo que quiero destacar es que aprendimos a trabajar en grupo, a relacionarnos con otros y obtener ideas juntos y generar un negocio. Fue algo novedoso porque lo normal son clases dentro del salón. Nosotros, por ser agrotécnica, también salimos al campo, pero nunca nos planteamos negocios”, concluyó Agustín, alumno e integrante de otro de los proyectos destacados.
Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario.
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