Y UN DIA el campo volvió al paro. O al lockout empresarial, según sus críticos. El desencadenante fue el revalúo de campos que hicieron los gobiernos de Buenos Aires y de Entre Ríos generando la protesta de los productores de esas provincias, que la Mesa de Enlace nacionalizó con un cese de comercialización -no vender productos agropecuarios y no comprar insumos-. De la larga pelea de 2008 por la pretensión del gobierno de subir las retenciones a través de la Resolución 125, hasta la semana de junio pasado en que la Federación Agraria, Confederaciones Rurales, Coninagro y Sociedad Rural se volvieron a aglutinar en una medida de fuerza, ocurrieron fuertes cambios en el campo, como caída de la ganadería y su rebrote; resurgimiento de la lechería y vuelta a la crisis; fuerte retroceso del trigo, recuperación del maíz y fracaso de la última campaña; por citar lo más destacado. Con estos parámetros valía la pena analizar con los líderes ruralistas las políticas -o la falta de ellas- que volvieron a ponerlos en estado de alerta y asamblea permanente.
Super CAMPO: -¿De qué manera está afectando la política agropecuaria a cada uno de los sectores que ustedes representan?
-Ruben Ferraro (presidente de Confederaciones Rurales Argentinas): En CRA representamos a productores de todas las economías regionales. Desde el Norte con el tabaco, la caña de azúcar y el algodón, al sector ovino en el Sur, o al sector frutícola de Cuyo y Río Negro, hasta las producciones de la Pampa Húmeda. En todos esos lugares, de 2007 a la fecha, la inflación erosionó la rentabilidad de cada sector y muchos trabajan con renta cero. Esta política que pisa el precio del productor, sumada a una inflación de 25 ó 30% en los insumos, hace que sea imposible producir. Y como consumidores sufrimos también que los precios siguen aumentando. En Buenos Aires y Entre Ríos ocurrió el tema puntual del impuestazo que fue la gota que rebalsó el vaso y en el resto del país también tenemos estos problemas.
-Eduardo Buzzi (presidente de Federación Agraria): Por un lado, pérdida de competitividad y por el otro deterioro del mercado interno, estas dos cuestiones a cualquier productor lo sacan de la cancha. Además hay un amesetamiento de la economía y un deterioro del mercado interno por inflación, techo salarial, impuesto a las ganancias para los trabajadores, que configuran un cóctel explosivo. Esta política afecta al productor de pequeña y mediana escala de manera concreta: lo deja afuera del negocio por la falta de financiamiento, pérdida de competitividad o porque no puede pagar insumos. Termina alquilando su campo a un pool de siembra o a los fideicomisos del gobierno “nacional y popular”, o directamente vende el campo. En el caso de la ganadería, el productor no puede reponer vacas; en las economías regionales no puede comercializar las frutas u hortalizas.
Carlos Garetto (presidente de Coninagro): Todos los productores de Coninagro son pequeños y medianos y están integrados en la cadena lo que les permite soportar inclemencias climáticas o políticas adversas. Las producciones regionales son las que están más afectadas porque los insumos y el combustible se encarecieron, además de la fuerte presión impositiva de la Nación y de las provincias. Por otro lado, la sequía golpeó a la mayoría. Nuestro sistema cooperativista logra contenerlos pero nuestra capacidad se ve afectada con el deterioro constante del nivel productivo de la célula básica del sistema, que es el productor y la familia rural cooperativista.
Hugo Biolcati (presidente de la Sociedad Rural Argentina): La política agropecuaria nos afecta a las 4 entidades en común como representantes del sector agropecuario. No podría establecer una diferenciación en el perjuicio que ocasiona a una o a otra. Pero fundamentalmente ahora nos está afectando la diferencia del precio del dólar al cual compramos y el precio del dólar que nos dan por lo que vendemos.
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Las entidades del campo deberian entender que el cese del comercio agropecuario no surtio nunca efecto, por que lo que no se vende esa semana, se vende todo junto la semana siguiente.
Es tan ineficaz como que los comerciantes cierren sus negocios, quien se perjudica?, no es el caso de los asalariados, que igualmente cobran a fin de mes. creo que la solucion estaria por el lado de retener impuestos, pero eso si, que todos lo hagan.