Las cuatro cadenas de valor agroindustriales como la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (ACSoja), la Asociación Argentina de Trigo (ArgenTrigo), la Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR) y la Asociación Maíz y Sorgo Argentino (MAIZAR) manifiestan su balance luego de presentarse un año más en ExpoAgro.
Según el comunicado emitido conjuntamente, el año pasado finalizaron «con un alto optimismo respecto a cómo se venía presentando la campaña en función de una agenda legislativa que iba a contemplar necesidades concretas de todas las cadenas». También resaltaron que estaban «muy entusiasmados con los desarrollos a nivel país en infraestructura, que es un tema fundamental para la competitividad argentina frente al resto del mundo».
Tras los últimos tres meses de factores climáticos inmanejables que dejaron como resultado «una cosecha muy pobre, que afectará a todas las cadenas, principalmente a la de maíz y la de soja. Como efectos indirectos por una menor producción, tendremos una menor creación de valor, menor movimiento en transporte por problemas financieros que se van a crear, ya que hay regiones en dónde las cosechas son muy magras y no cubren siquiera los costos básicos».
Por otro lado, «vemos favorablemente la voluntad del sector bancario oficial de acompañar financiando las moras para facilitar a los productores atravesar las dificultades». En cuanto a la agenda legislativa, «esperamos que este año se pueda avanzar en el tratamiento y posterior promulgación de: una ley nacional de fertilizantes y uso del suelo, una ley de ordenamiento territorial y la sanción de una nueva ley de semillas».
Las cuatro cadenas «Vemos con gran satisfacción el giro en la política biotécnológica que se tradujo en la reciente aprobación de tres nuevos eventos, dos para maíz y uno para soja. Volvemos a insistir en que la Argentina debería tener una posición firme respecto a la aprobación de los eventos en los mercados de destino».
Por último, las cuatro cadenas sostienen «como un avance positivo el acuerdo logrado entre el Ministerio de Agroindustria y el Ministerio de Ambiente de la Nación, para que de una manera consensuada se trabaje sobre el uso de fitosanitarios y que las provincias puedan hacer sus reglamentaciones. Este es un tema muy importante, no solo para el sector sino también, para su imagen ante la sociedad. Es un deber que tiene el sector que se está encaminando de forma favorable, producto de las Buenas Prácticas Agropecuarias, en las que estamos trabajando todas las cadenas».
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