El encuentro estará destinado mayormente a reforzar el conocimiento de cada zona productora de cebolla del Mercosur, como superficie, productividad, cantidad y tipo de productores, tecnologías aplicadas, el desarrollo en cada región, potencialidad productiva y perspectivas a futuro. También se abordarán temas específicos encuadrados en 4 ejes temáticos: mercado, tecnologías, mejoramiento genético y cambio climático. Como conclusión, se presentará el cuadro consolidado de oferta por Estado y Región.
Cabe destacar que en la Argentina el 70% de la producción se realiza con variedades del INTA, organismo que tiene una firme participación en el Valle Inferior del Río Negro.
La Argentina se destaca entre los exportadores de cebolla fresca y deshidratada de América Latina, en un mapa que tiene a Brasil como principal destino y, en menor medida, al Mercado Común Europeo. “Según los años, entre el 60 y 70 % de la producción nacional se vuelca al mercado interno, mientras que el resto se destina a exportación”, indicó Galmarini.
En el caso de la cebolla deshidratada, alrededor del 90 % de los materiales que emplea la industria provienen de programas de mejora del instituto. “En general, las variedades obtenidas se han desarrollado mediante un convenio de vinculación tecnológica con la empresa Unilever”, puntualizó el especialista.
En mejoramiento genético, los objetivos del programa del INTA La Consulta apuntan, por un lado, a la búsqueda de precocidad y buena conservación poscosecha en cultivares de día largo y, por otro lado, a la incorporación de resistencia a dos enfermedades limitantes del cultivo, la podredumbre basal causada por Fusarium y la raíz rosada causada por Phoma.
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