En varias de las regiones agrícolas más importantes del país el girasol sigue siendo un cultivo que tiene un lugar destacado en la rotación y en los resultados del ciclo agrícola. Dos de los híbridos de Nidera se destacan en esas zonas ofreciendo los máximos rindes, contenidos de materia grasa y estabilidad productiva.
El uso de la última tecnología sigue apareciendo como la herramienta para contrarrestar los vaivenes de precios de los mercados. Y, como se sabe, la semilla es el primer eslabón de una cadena que empuja los rendimientos. El girasol no está fuera de ese marco y la oferta de Nidera va en ese sentido. Del total del portfolio de la compañía, hay dos híbridos que vienen rompiendo el techo y haciendo punta. Uno de ellos es alto oleico, el Aromo 105, y el otro convencional, el Paraíso 102. Con ellos, la semillera se pone a la vanguardia de los rendimientos potenciales de esta oleaginosa. Los dos están “equipados” con la tecnología Clearfield que permite defender al cultivo de las malezas.
Javier Latorre, gerente del servicio técnico de Nidera, explicó que el Aromo 105 se transformó en uno de los girasoles preferidos por los productores debido a la performance que presentan sus rendimientos, por la bonificación que recibe su aceite por su condición de alto oleico y su elevado tenor de materia grasa que ronda el 50 a 51%. “Además –explicó Latorre-, presenta características agronómicas que le otorgan una muy buena adaptación en toda la Pampa Húmeda”.
“El Aromo 105 obtiene sus mejores notas en el sudeste bonaerense –agregó el técnico de Nidera-, pero es recomendado para los lotes buenos del sudoeste y anda muy bien en la zona de sierras. Aunque para el oeste es un ciclo corto, también se adapta perfectamente”.
Una característica del Aromo 105 CL es que vuelca su capítulo y esto le permite defenderse mejor de palomas y cotorras, que es un obstáculo para la producción girasolera en muchas zonas del país, como el oeste y la Cuenca del Salado. Por otro lado, tiene un muy buen comportamiento sanitario, con resistencia a la raza 770 de Downy mildew. Su porte es de medio a bajo y esto le permite una buena sustentación del capítulo, sin problemas de quebrado y vuelco.
Respecto de la fecha de siembra, Latorre señaló que “si bien en el sur de Buenos Aires se recomienda sembrarlo durante octubre, se trata de un híbrido muy plástico por lo tanto se puede correr hasta fines de noviembre”.
“La densidad de siembra recomendada es de 55 mil plantas por hectárea –agregó el técnico- pero a medida que los ambientes no son tan buenos se puede reducir a 42 o 45 mil plantas. Y se adapta tanto a siembras a 70 centímetros entre hileras como a 52 centímetros”.
Latorre señaló que “los productores destacan del Aromo 105 CL la estabilidad de sus rendimientos, la calidad del aceite y la combinación de las tecnologías CL y alto oleico”.
Otro que se destaca
Respecto del híbrido Paraíso 102 CL, Latorre indicó que “aunque donde mejor expresa su condición es en el sur bonaerense -allí muestra una gran estabilidad a través de los años-, se lo puede sembrar también en Córdoba”. Para los campos con tosca, el técnico dijo que “la recomendación es pasar al Paraíso 104”.
El Paraíso 102 CL también se destaca por la estabilidad de sus rindes, la resistencia a la raza 770 de Downy mildew y por tallos resistentes que no presentan vuelco. Es de grano negro y su porcentaje de aceite llega al 48%. “La recomendación de siembra es de 50 a 55 mil plantas por hectárea en ambientes buenos y en aquellos con más restricciones, alrededor de 45 a 50 mil plantas”. El técnico explicó que se adapta a distancias de 70 y 52 centímetros entre hileras.
Por último, una característica destacada del Paraíso 102 CL es que se defiende perfectamente del ataque de pájaros debido a que vuelca su capítulo (“que queda mirando al piso”, dice Latorre) de forma que aparece escondido en el canopeo del cultivo.
Twitter
Facebook
G Plus