La secretaria de Desarrollo Rural del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Carla Campos Bilbao, encabezó el acto por el décimo aniversario del Instituto de Floricultura del INTA, en la Estación Experimental de Castelar. Allí los sostuvo que “los fondos financieros y los grandes emprendimientos económicos no son los que generan igualdad” sino “aquellas inversiones que promueven los Estados y que generan inclusión reinvirtiendo cada vez más presupuestos”.
En ese sentido, valoró el rol de los pequeños productores y la agricultura familiar y, puntualmente, al sector de la floricultura como “una de las actividades productivas que más extensión tiene como política activa de un Estado que está conduciendo los destinos económicos del país con un sentido de inclusión”.
“Finalizados los 90, y frente a un territorio del conurbano bonaerense dramático y desastroso, vimos que era posible que la floricultura sea una herramienta de trabajo y generación de empleo para recuperar la actividad económica y ocupar el territorio”, destacó Campos Bilbao durante su discurso, hace algunas semanas.
La funcionaria asistió al evento en representación del ministro Carlos Casamiquela y, en ese marco, resaltó que la floricultura se transformó en “una actividad productiva que en el nuevo mapa productivo de la argentina tenía que tener protagonismo”.
Campos Bilbao puntualizó que otorgar protagonismo al pequeño productor y al agricultor familiar “es cambiar esa lógica de que sólo las grandes actividades económicas son las que transforman”. “Está más que claro que los fondos financieros y los grandes emprendimientos económicos no son los que generan igualdad. Y esto es hoy un tema de discusión en el mundo”, subrayó.
En contrapartida, y poniendo el ejemplo en la floricultura, destacó: “Son precisamente aquellas actividades que promueven los Estados, que generan inclusión, la apuesta a reinvertir cada vez más presupuestos, las que nos están permitiendo generar más equidad y más igualdad”.
Campos Bilbao también puso énfasis en el protagonismo de la colectividad japonesa en la Argentina, a la que definió como “una población que forma parte de nuestro entramado social y productivo desde la segunda mitad del siglo XIX y que llegó con una actitud de compromiso, tesón, seriedad y responsabilidad de trabajo”.
Al destacar el aniversario del Instituto de Floricultura, la funcionaria consideró: “No es casual que esta década del Instituto haya acompañado la década más trascendental en la transformación de la Argentina, de la que hemos sido claramente protagonistas”.
A su vez, resaltó la creación del Instituto como “parte de este proceso de transformación en la búsqueda de la diversificación de la matriz productiva del país, una matriz de producción que sea más inclusiva, y que hoy tiene un nivel de federalización distinto”.
En el acto estuvieron presentes José Catalana, vicepresidente del INTA; Laura Bullrich, directora del Instituto de Floricultura; Pablo Mercuri, director del Centro de Investigación de Recursos Naturales; Hiroyuki Takeda, representante residente JICA Argentina; y Masahi Mizukami, embajador de Japón.
Catalana señaló que “ha habido un crecimiento cuali-cuantitativo en la institución que no es casualidad” y resaltó que “el INTA no sólo está apostando al territorio, sino también a lo que es la frontera del conocimiento”.
“Tenemos que seguir apostando a este desarrollo. Cada día son más fuertes las demandas y con el INTA estamos cada vez más presentes”, agregó. Por último, hizo hincapié en que “antes se trabajaba con programas de alivio para la pobreza, y hoy se trabaja con programas promoviendo el desarrollo”.
El acto cerró con las palabras de Hiroyu Takeda, y la entrega del premio JICA al Instituto de Floricultura como reconocimiento a “Proyecto Destacado”, único proyecto premiado de América Latina.
“El IF se convirtió en un centro de referencia tanto nacional como regional”, concluyó diciendo el referente del JICA.
29 de diciembre de 2014
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