La sospecha ya es certeza: una pareja de yaguaretés se hizo presente entre las fotos que registran habitualmente las cámaras sensibles al movimiento de animales silvestres que Ledesma instaló, junto con la Fundación ProYungas, para monitorear la fauna en sus espacios destinados a la conservación de la naturaleza en las Yungas jujeñas.
Hasta ahora los técnicos de ProYungas y Ledesma, que protegen las 100 mil hectáreas de Yungas preservadas por la empresa en Jujuy, tenían la firme sospecha de que los yaguaretés habitaban esa zona, pero nunca habían podido registrarlos con las cámaras.
Tapires, pumas, pecaríes, corzuelas y hurones, entre otros, son parte del elenco faunístico habitual, pero en 4 años de muestreos, del yaguareté no había noticias. Ahora, las imágenes confirman las presunciones: el tigre vive en el Paisaje Productivo Protegido de Ledesma (Ver Fotogalería).
La aparición del yaguareté, popularmente conocido como tigre, dio la buena noticia: el Paisaje Productivo Protegido de Ledesma alberga al felino más importante de América.
Detrás de la producción de azúcar, papel y cítricos, está la protección del yaguareté y otras seis especies de felinos presentes en estos espacios silvestres protegidos: la tirica, el yaguarundí, el gato montés, el margay, el puma y el ocelote. Esto constituye la mayor diversidad de felinos del mundo.
El yaguareté, símbolo del enfrentamiento del indígena con el conquistador en la cosmovisión guaraní, es el felino más grande de América y puede alcanzar hasta 130 kg de peso. Es una especie nativa y solitaria, que permanece activa tanto de día como de noche. Su dieta es carnívora, principalmente de medianos y grandes vertebrados. Se considera una especie en peligro de extinción en gran parte de su área de distribución (desde México hasta el norte de la Argentina), y por eso su conservación es tan importante.
La presencia del tigre es un síntoma de calidad ambiental. Si el tigre está, también están las especies de las que se alimenta y el alimento de éstas. Es decir que la cadena trófica está completa, y eso ocurre sólo en los sitios bien conservados. Por eso se denomina al yaguareté como “especie bandera” o “paraguas”: bajo su protección se cuida todo el ecosistema que lo alberga.
Ledesma y las Yungas
En 2007, Ledesma elaboró con la Fundación ProYungas un Plan de Ordenamiento Territorial, por el cual se comprometió a preservar 100 mil hectáreas de sus propiedades en Jujuy para las futuras generaciones. Por cada hectárea cultivada con caña de azúcar o cítricos, Ledesma destina dos hectáreas de bosques nativos y sistemas naturales a su conservación.
A esto se suman las 76 mil hectáreas que ocupa el Parque Nacional Calilegua, que la empresa donó 40 años atrás con el fin de preservar un área representativa de las Yungas o selvas subtropicales de montaña.
En su área de preservación de las Yungas, Ledesma instaló cámaras sensibles al movimiento para estudiar la biodiversidad en 60 puntos diferentes. Cuando un animal se acerca a ellas, la cámara le saca una foto automáticamente, y de esa manera los investigadores cuentan con información de primera línea sobre la presencia de especies diversas y el uso que hacen del territorio para su vida cotidiana.
Además, la firma construyó 27 rampas en sus canales de riego para que los animales que bajaban a tomar agua y caían al canal pudieran salir de ellos. Las imágenes de las cámaras revelaron que los animales, además de usar las rampas para salir de los canales, las aprovechan como base para tomar agua con comodidad y seguridad.
El plan de ordenamiento territorial se basa en un estudio general de las tierras de la empresa Ledesma, que determina con rigor científico dónde podría realizarse una transformación agrícola y dónde debería preservarse la vegetación natural. Se realizó con el asesoramiento de la Fundación ProYungas, la máxima autoridad sobre las yungas de la Argentina, y constituyó un antecedente para la posterior Ley de Bosques.
28 de noviembre de 2014
No me sorprende … de Ledesma se puede esperar cualquier cosa