Por Héctor Carvallo*

Mirando retrospectivamente, todo parece el argumento de una película.  Allá por el mes de febrero de 2020, ya jubilado,  contacté al Profesor Roberto Hirsch (a punto de jubilarse) porque yo elucubraba una combinación farmacológica que podría ser efectiva contra el COVID. Él se mostró algo escéptico, ya que no estaba entre sus planes embarcarse en nuevas investigaciones. No obstante, elaboré un Artículo preliminar sobre el tema, y lo publiqué con la “firma” de ambos. 

Al enterarse Hirsch, me cuentan allegados que leyó detalladamente el artículo, para poder regañarme por mi decisión inconsulta y temeraria. Cuando terminó de leerlo (siempre según alegados) dicen que quedó fascinado: parecía tan sencillo y efectivo a la vez que realmente podría funcionar. 

Necesitaba algún perfeccionamiento, por supuesto. Entre ambos, empezamos a recorrer Laboratorios, para conseguir muestras gratis de los fármacos que necesitábamos para hacer los ensayos. Se sumaron un par de médicas más jóvenes –de quienes ambos habíamos sido docentes mucho tiempo atrás- para ejecutar los ensayos.

Así, nacieron los Protocolos IVER.CAR e I.D.E.A. –de profilaxis y tratamiento en COVID 19, respectivamente- los cuales se llevaron a cabo con gran éxito. En ese punto, la trama comenzó a complicarse: las Autoridades Sanitarias recibieron sin mayor interés los trabajos, que guardaron prolijamente sin dar a difusión.

Desconcertados, comenzamos un agotador trabajo “de abajo hacia arriba”, contactando Profesionales de todo el País que se interesaron en los resultados, y empezaron a replicarlos con igual éxito.

Los tratamientos en infectados se diferencian según el tipo de caso. En los leves se da ivermectina en una dosis de 200 microgramos por kilo de peso y aspirina para prevenir la hipercoagulabilidad. En los casos moderados, la dosis de ivermectina es de 450 microgramos y, además de la aspirina, se le agrega dexametasona inyectable, un antiinflamatorio para prevenir la hiperinflamación en los pulmones. En los casos graves, la dosis de ivermectina pasa a 600 microgramos, la aspirina se reemplaza por enoxaparina y se mantiene la dexametasona.

En el caso del personal de la salud, se administra un spray nasal y unas gotas orales para proteger la nariz y la boca. 

Así, esos tratamientos se realizan hoy en Hospitales y Centros Médicos de Corrientes, Salta, Jujuy, Tucumán, Chubut, CABA, Santa Fé, etc., logrando lo –hasta entonces- impensado: la resolución de la mayoría de los cuadros en 48-72 horas, y la protección de todos los Agentes de Salud que lo llevan adelante, aún en medio de contagios masivos. Nuestro asesoramiento ha sido requerido en Perú, El Salvador, Colombia, Venezuela, etc., siempre en forma extraoficial, pero con respuestas muy promisorias.

Elevamos los Protocolos a la National Library of Medicine de EEUU, que los aceptó como valiosos y los inscribió para su disposición a nivel mundial.

Los dos Profesores somos Héctor Carvallo (Ex Director del Hospital Ezeiza y ex Profesor de la Universidad de Buenos Aires), y Roberto Hirsch (Director del Departamento de Infectología del Hospital Muñíz y de la Carrera de Especialista en Infectología de la U.B.A.).

Hoy, somos requeridos por distintas Universidades y Centros para presentar sus resultados, y siempre obtenemos la adhesión de las audiencias.

*Profesor Asociado de Medicina de la Universidad Abierta Interamericana y la Universidad de Morón y Coordinador Académico del Hospital Interzonal Alberto Eurnekian