Por Orlando Marino*

Durante los más de 160 días que llevamos de aislamiento, el RENATRE (Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores) continuó brindando todas sus prestaciones para el sector rural, que tampoco detuvo su actividad, junto al acompañamiento de una sociedad que entendió rápidamente el carácter esencial de la producción, el trabajo del campo y la incorporación de tecnología para acercar beneficios y servicios. 

La irrupción de la pandemia aceleró varios de los procesos que veníamos implementando, y puso en marcha otros nuevos. También obligó a repensar y reorganizar algunas de nuestras formas de trabajo y volverlas más ágiles y modernas. Fue un desafío enorme que requirió que todas las áreas se pusieran a disposición de las necesidades del Registro para adaptar las funcionalidades a la nueva realidad, con el objetivo de acompañar a trabajadores y empleadores en su actividad diaria y, a la vez, resguardar su salud.

Una de las principales innovaciones que tuvieron lugar durante este período fue la digitalización de los servicios así como las solicitudes de beneficios y la atención al público. De este modo, en las primeras semanas de aislamiento, se lanzó la solicitud de Prestación por Desempleo en forma virtual, con el fin de facilitar la inscripción de trabajadores desempleados a este beneficio. El sistema incluye, además, la notificación del resultado del trámite vía mensaje de texto al solicitante. 

Otro ejemplo de innovación en este período es la digitalización de la constancia de registración de trabajador rural, con las mismas funciones y validez que la Libreta de Trabajo Rural (LTR), lo que le permite al titular trabajar en el campo con normalidad.

Un área que también digitalizó sus actividades en los últimos meses es Capacitación que lanzó el Programa de Capacitación a Distancia para el sector Rural (CAD Rural). Desde el advenimiento de la pandemia y el aislamiento, adaptó sus cursos al formato virtual, lo que le permite a los trabajadores, empleadores y productores continuar capacitándose y reforzar su empleabilidad a distancia y en forma segura. Esto trajo unos resultados sorprendentes ya que participan una cantidad muy superior, ya que trabajadores y empleadores de distintos puntos del país pueden capacitarse bajo esta modalidad.

Pero, por supuesto, existen otros sectores que no pueden digitalizar toda su actividad. Sin ir más lejos, es el caso del área de Fiscalización, que continuó realizando operativos en forma presencial pero implementando estrictas medidas y protocolos de seguridad e higiene para llevar adelante sus funciones, protegiendo a su vez la salud del personal y de los trabajadores relevados. 

En este sentido, la seguridad ha sido una preocupación contante durante este período. Así, se pusieron en marcha iniciativas proactivas para cuidar la salud e integridad del personal y de los trabajadores. Un ejemplo de ello fue la entrega de barbijos y la comunicación de cuidados básicos como las que se llevaron a cabo para trabajadores de la producción de frutillas en Santa Fe. Asimismo en nuestra página web pusimos a disposición protocolos generales para el cuidado pero también armamos un listado sobre los protocolos que se fueron armando en las distintas provincias para las diversas actividades rurales. Todo esto puede verse en nuestro sitio web.

Una de las iniciativas promovidas durante este período que más nos enorgullece es la decisión de otorgar prestaciones extraordinarias a trabajadores víctimas de presunta trata de personas. Con ello buscamos asistir a las víctimas y sus familias, procurando en un primer momento brindar una contención y que, en un futuro inmediato, puedan reincorporarse al mercado formal de trabajo.

Y otra de las acciones que nos hacen sentir particularmente orgullosos es la reciente creación, junto al Gobierno de la Provincia de Catamarca, de un Centro Operativo de Cosecheros, que tendrá entre sus objetivos la confección de un padrón de mano de obra local en cada municipio que permitirá a los empleadores contratar personal de la zona, brindar capacitaciones sobre prácticas de cosecha a los trabajadores y promover la reinserción laboral, entre otros aspectos. Esto surge a partir de la imposibilidad de que haya movimiento de trabajadores rurales de una provincia a otra por el aislamiento preventivo.

Más allá de la enumeración de estas iniciativas puntuales, me reconforta presidir un organismo que, gracias al enorme esfuerzo y compromiso del personal de todas las áreas, estuvo en todo momento a la altura de las circunstancias; supo adaptarse e los complejos desafíos que le impuso la realidad y continuar brindando servicios y prestaciones de calidad a trabajadores y empleadores, que hoy más que nunca necesitan un Registro que los contenga en su actividad cotidiana. 

El RENATRE seguirá acompañando la actividad productiva de un sector que además de desarrollar una actividad esencial está llamado a ser uno de los pilares del sostenimiento y la recuperación del país. Y como dice el lema de nuestro organismo, “el campo lo hacemos entre todos”.

*Presidente del Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (RENATRE)