La AFIP dispuso “con carácter de excepción” que hasta el 30 de septiembre de 2020 puedan importarse cigarrillos debido al desabastecimiento generado por el parate de las empresas tabacaleras en la etapa anterior de la cuarentena. Desde este lunes la producción de cigarrillos fue rehabilitada para volver a trabajar y tanto Massalin Particulares como Tabacalera Sarandí retomaron sus actividades.

Sin embargo, British American Tobacco Argentina (ex Nobleza Piccardo) denunció que su actividad industrial en el país “se encuentra al borde del colapso como consecuencia de la imposibilidad de reiniciar la producción de la planta ubicada en el parque industrial de Pilar, a pesar de haber presentado todos los protocolos de bioseguridad contemplados por las autoridades nacionales, provinciales y del municipio”.

La empresa bonaerense, que emplea a 300 personas en esa planta, destacó que “lamentablemente nos vemos impedidos de reanudar la actividad, a pesar de haber presentado todos los protocolos de bioseguridad previstos para preservar la salud de los trabajadores y de la comunidad de Pilar”.

“Nuestra planta permanece cerrada, mientras que el 60% del parque industrial está en actividad. Esto contrasta con lo sucedido con el resto de las empresas tabacaleras que, ubicadas en la provincia de Buenos Aires, ya han iniciado la producción, lo cual nos genera un tremendo impacto a nivel económico y de mercado, que pone en riesgo nuestra sustentabilidad operativa”, enfatizó BAT.

“Cada día que no podemos operar, es un paso que nos acerca al cierre definitivo, pues el mercado queda en manos de los competidores, alimentando un acto discriminatorio que nos perjudica”, expresó la empresa.