En un establecimiento cercano a la localidad de María Teresa, ubicada en el sur de la provincia de Santa Fe, aparecieron seis silobolsas rotas que contenían 1.300 toneladas de maíz, que es la totalidad de la cosecha de la empresa familiar de los hermanos Ansaloni.
El cereal se había cosechado mientras transcurría la primera etapa de la cuarentena, cuando los camiones no podían salir del distrito por una resolución de la comuna. Hasta ahora los productores rurales no tienen la dimensión de la pérdida, ya que llovió poco después de la rotura.
Carlos Castagnani, presidente de Confederaciones Rurales de Santa Fe (CARSFE) opinó que “es un caso atípíco y llama la atención de que no hubo un robo. Por supuesto que nos preocupa pero no vemos que se esté masificando”. Son dos hermanos que tienen una cosechadora y una embolsadora. Es un caso de productores chicos y humildes y pega más porque no se sabe cuál es el propósito”.
“La Uatre lo ayudó a tapar los silos y con el transporte tampoco tenían problemas. De todos modos, en las localidades chicas, tarde o temprano se sabe. Nos preocupa que esto se haga costumbre”, agregó el ruralista.
El presidente de CARSFE comentó que la entidad tiene una comisión de seguridad donde firmamos un convenio con los ministerios de Seguridad, Justicia y Producción para hacer el mapa del delito rural. “Pero muchas veces el productor, cansado, no hace la denuncia cuando le roban una vaca”, sostuvo Castagnani. Y agregó: “Se siguen produciendo robos de animales, nunca se frenó y este tipo de vandalismo impactó fuerte. Hoy se está viviendo la inseguridad de comprar los insumos para la próxima campaña donde no saben donde dejarlos”.
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