“En los últimos 10 años el maíz no ha tenido aumentos de rendimiento significativo, cuando en realidad los híbridos han aumentado sosteniblemente su calidad y capacidad productiva”, fogoneó Pablo Talano, Líder de Soluciones Integradas de Monsanto en el cierre de una gira que realizaron varios medios por Pergamino y Rojas, para conocer las novedades en tecnología y manejo que propone la compañía.
Lo cierto es que el promedio de rinde país se amesetó en unos 7000 kilos/hectárea, mientras en una punta hay productores que logran 12.000 kilos sin despeinarse y en la otra, hay quienes obtienen 4000 y no cambian la estrategia. La buena noticia para los productores es que se puede romper la brecha implementando ciertas tecnologías, muchas de ellas de procesos, relacionadas con la definición correcta del ambiente, la elección de la fecha de siembra, la selección del germoplasma y una nutrición atinada.
“La genética en semillas de maíz mejoró mucho para que el indicador del rendimiento suba”, admitió Talano; para quien en muchos casos esto sucede porque los productores -merced a la coyuntura país -, bajan la cantidad de insumos, la denensidad de semillas por hectárea y la fertilización como medida de ahorro. “Por eso, en Argentina el aumento productivo del maíz ha venido dado más por el aumento del área sembrada que por mejoras de productividad”, aceptó.
Matías Ferreyra, del mismo equipo de Soluciones Integradas, abordó los ensayos que realizan en maíz en todo el país y que constituye la base de generación de datos para prescribirle luego al productor las mejores recomendaciones en función de los híbridos que vende la compañía. “Hoy tenemos más de 12.000 ensayos de maíz en campos de productores de distintas regiones del país. Allí trabajamos con parcelas de 10 x 4 mts, en franjas, con la misma tecnología que usa el productor. Gracias a esos ensayos obtenemos información de nuestros híbridos en distintas condiciones de ambiente, nutrición y manejo”, destacó. Pero esa es una apuesta que requiere una fuerte inversión. “Cada parcela tiene un costo aproximado de 40 dólares”, indicó Talano.
Con esta información se van armando las Prescripciones, el nuevo paradigma de la compañía pensando en la agricultura del futuro, gracias al cual ofrecen al productor recomendaciones no sólo a nivel de lote sino a nivel de 10 metros.
“Existe una respuesta específica de cada híbrido para cada ambiente, por eso con Prescripciones, que es una solución 100% digital que ofrecemos a los productores, no hablamos de aumentar la densidad de semillas por hectárea sino de ajustar la mayor cantidad de individuos por metro cuadrado que maximicen el uso de los recursos”, dijo Talano.
Cultivio. Es otra de las herramientas que ofrece la compañía para ayudar a los productores a romper su techo productivo. Es una App que permite cargar todos los lotes, solicitar recomendaciones sobre qué sembrar, con qué densidad y con qué sugerencias de gestión. “Basado en cálculos estadísticos tomados de la red de ensayos de Monsanto, datos históricos del clima y el suelo, esta aplicación ayuda a estimar el ambiente de producción real para sacar el máximo provecho del lote. A partir de los datos del lote cargados y la fecha de siembra, calcula las fechas de las etapas fonológicas de cada
híbrido de Dekalb, prueba diferentes fechas de siembra y estima cuál va a ser el período crítico del lote de maíz”, destacó Lorena García, coordinadora de las actividades de entrenamiento
del Learning Center de Pergamino, donde en el último año se capacitaron más de 1500 personas, 60 por ciento de las cuales fueron productores y un 40% asesores, además de toda la fuerza de venta de la compañía que trabaja para mantenerse a la vanguardia.
Por María Lorena Rodríguez para Super CAMPO.
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