Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) establece que el campo y la agroindustria argentina aporta a la producción de energía primaria de nuestro país a través de aceites vegetales (el que surge de la industrialización de poroto de soja y semilla de girasol), leña, bagazo de caña de azúcar y alcoholes vegetales (que surgen del procesamiento de maíz y caña de azúcar). Estos cuatro componentes produjeron en el año 2016 cerca de 4.596 miles de TEP (tonelada equivalente de petróleo), lo cual representa el 6,2% de la producción de energía primaria (EP) de la República Argentina. La producción total de EP de nuestro país ascendió en ese año a 74.358 miles de TEP.
El informe sostiene “que el campo y la agroindustria estén generando algo más del 6% de la energía primaria es un logro notable de Argentina; máxime teniendo en cuenta que para el año 2007 casi no existían industrias importantes de biodiesel ni de bioetanol en base a maíz en el territorio nacional. En los últimos 10 años, con las nuevas inversiones en este campo, se alcanzó esta importante participación en la matriz de producción de energía primaria”.
En cuanto a la energía secundaria, la agroindustria participa con biodiesel, bioetanol, barbón de leña y boque. Estos rubros produjeron en el año 2016 cerca de 4.537 miles de TEP (tonelada equivalente de petróleo), lo cual representa el 5,5% de la producción de energía secundaria (ES) de la República Argentina. La producción total nacional de ES asciende a 81.937 miles de TEP. La energía primaria es la que está disponible en la naturaleza, antes de ser convertida o transformada. Una vez transformada se convierte en energía secundaria.
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