Dentro de las tendencias del sector metalmecánico estarán los avances en electrónica, software, comunicaciones y conectividad, además de robotización. Se espera una fuerte presencia de sensores capaces de identificar objetos, plantas, estado de humedad y nutricional del suelo (micro-variabilidad de suelo y cultivo), además de variables climáticas como humedad relativa, temperatura, velocidad del viento, lluvia, evapotranspiración actual y potencial, entre otras. Es de esperar que tengan capacidad de escanear grano y detectar daño mecánico, impurezas, contenido de aceite y proteína sobre una cosechadora de grano o forraje (NIrS). También se pueden pensar sensores capaces de detectar el estado nutricional de un cultivo y/o la presencia de malezas.
Respecto a su adopción en máquinas será posible ver sensores en sembradoras (caída de semilla a centímetros del suelo), los que ayudan a la autorregulación de las mismas (uniformidad de profundidad), los que guían una máquina entre líneas de cultivos, y muchos otros. Estos sensores ayudarán a recoger datos que alimentarán softwares con inteligencia cargada instalados sobre la máquina, o bien operativos sobre nube web interconectada (big data) con la máquina que tendrá “bibliotecas” para transformar datos electrónicos en información agronómica útil en tiempo real. Podrán elaborar un diagnóstico que modifique el comportamiento de las máquinas en fracciones de segundo a nivel de 1 m2, selectividad, fertilizante (mezcla y dosis), fitosanitario (maleza, enfermedad o insecto), estiércol orgánico (según el suelo), al igual que las enmiendas (corregir el pH). Todo eso y mucho más constituyen una parte de la complejidad de las máquinas del futuro, a lo que se le agregarán los actuadores que gobiernan las máquinas, que en un altísimo porcentaje serán eléctricos de 12 y 24 voltios de bajo amperaje y muy precisos con respuestas exactas.
Las máquinas autopropulsadas tendrán una fuente de energía provista de un motor de combustión interna alimentado por gasoil, biodiésel, metano o bien híbridos, sin descartar el uso del nitrógeno. NH ya posee un tractor experimental con hidrógeno. Esos motores endotérmicos de los nuevos tractores y cosechadoras alimentarán un generador eléctrico y una bomba hidráulica. Los movimientos precisos de bajo requerimiento de potencia serán eléctricos y los de alta, hidráulicos. Las máquinas no tendrán engranajes, cadenas, poleas, correas; sólo mangueras y cables inteligentes CAm BUS, en su gran mayoría robotizadas, autoguiadas y autoregulables de acuerdo a la incorporación de sensores y de la nube web.
Más información en el Informe Especial sobre Maquinaria Agrícola que acompaña la edición de noviembre de SuperCAMPO.
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