El gobierno nacional, a través del Ministerio de Agroindustria, avanzará con la recolección de datos estadísticos a través del sistema SIGLEA, que será de carácter obligatorio para la industria láctea, y se plantea como una «herramienta» para «transparentar» la comercialización entre el sector fabril y los tambos.

Este régimen de información debía funcionar desde el 2002 pero su requerimiento resultaba de difícil cumplimiento por parte de las empresas, motivo por el que desde el ámbito gubernamental se dispuso unificar datos relevados por Agroindustria, la AFIP y el Senasa requeridos mensualmente a la industria láctea.

Respecto a los datos que va a reportar el SIGLEA, el sectario de Agricultura, Ricardo Negri, comentó en rueda de prensa que la iniciativa plantea «una sugerencia» que conservará el secreto estadístico de los valores de referencia que surgen de la compraventa de leche cruda entre las usinas y tambos.

«Esto es para empezar a ordenar la actividad de la lechería. No nos metemos (desde el Estado) con los contratos privados. Sí tratamos de describir una realidad para aportar transparencia» en la comercialización de leche pagada en las tranqueras, comentó Negri.

Hasta el momento, en el novedoso sistema se cargaron los datos reportados por un total de 157 fábricas, que reciben la materia prima de 3.381 tambos, y se espera que ya en diciembre dicho universo -cuyos datos deben ser reportados de manera obligatoria por las empresas- supere las operaciones realizadas por más de 8.000 establecimientos.

La referencia actual que tiene Agroindustria plantea un precio promedio pagado por las industrias de $4,38 por litro de leche cruda, cifra que según algunas fuentes privadas podría tener un piso que rondaría los $4 y un máximo de $4,50.

A través del SIGLEA, las empresas lácteas estarán obligadas a informar en los cinco primeros días hábiles de cada mes la tipificación del pago de la leche cruda a sus tambos, también el nivel de grasa y calidad recibido, y los plazos de pago.

Si bien este mecanismo de recolección de datos estaba vigente desde el 2002, resultaba de difícil cumplimiento técnico por parte de las empresas. Por eso el nuevo SIGLEA fue definido en un plazo de cinco meses a partir del trabajo en conjunto realizado por Agroindustria, la AFIP y el Senasa, bajo la supervisión de José Quintana y Sebastián Alconada, del área de Lechería.

El subsecretario de Lechería, Alejandro Sammartino, reconoció que el nuevo sistema estadístico podría plantear por parte de los privados algunas «diferencias» en cuanto a «la dinámica y la profundización» de los datos reportados.

«Todos queremos una lechería ordenada, transparente y con reglas claras y eso es lo que quiere implementar este sistema», refirió Sammartino.

Entre los requerimientos de los privados, tanto industrias o tamberos, surge la necesidad de mejorar los sistemas de recolección de las muestras de calidad de la leche que se retira de los tambos, ampliar el número de laboratorios y, entre otras cuestiones, algunas son las sugerencias planteadas desde el ámbito gubernamental para configurar el pago de la materia prima.

FUENTE: DyN