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13/09/2016

Un campo de confianza

Gracias a la norma IRAM 14130 el productor puede mostrarle a la sociedad y a las autoridades que está haciendo las cosas bien. Por Federico Elorza*.
Federico Elorza, coordinador técnico de Casafe.

El día 30 de junio de este año marcó un momento significativo en materia de regulación de las prácticas en el campo. Se aprobaron las dos primeras partes de la nueva norma IRAM 14130, que lleva el nombre “Buenas prácticas para labores agrícolas”. Estos dos aspectos elaborados hasta el momento son los requisitos generales y las aplicaciones terrestres.

Pero, ¿por qué es importante esta norma? El documento establece una serie de requisitos generales que posibilitan al propietario de una pulverizadora, sea o no contratista, volver eficiente su actividad. Y no sólo eso, sino que, al mismo tiempo, le aportan al productor herramientas de gestión para trabajar con proveedores calificados y confiables en materia de aplicaciones terrestres, observando el cuidado del ambiente y brindando seguridad a la sociedad.

La población en el mundo está en constante crecimiento y esto plantea un desafío para nuestras sociedades. Esta norma es el resultado del consenso entre distintos sectores involucrados que trabajan en la promoción de las buenas prácticas agrícolas con el objetivo común de que se cumplan para garantizar una producción de alimentos confiable, que cuide la salud de todos los seres humanos y vele por la preservación del ambiente.

Un punto a destacar del trabajo realizado hasta el momento es que, entre los requisitos generales que establece la norma, se encuentran la capacitación continua del personal operario y la gestión de la organización que lleva adelante la aplicación. Asimismo, en la segunda parte se indican las pautas técnicas para que los equipos de aplicación terrestre tengan todas sus partes en óptimo estado de funcionamiento para lograr aplicaciones en forma responsable. Además, están contemplados todos los elementos de seguridad de la maquinaria, de los operarios, de los residuos que generan y la relación de estas prácticas con el ambiente.

Hoy hay un gran porcentaje de productores que realizan las cosas bien o, dicho de otra manera, aplican las BPA. La implementación de la norma IRAM 14130 es la forma que el productor puede mostrarle a la sociedad y a las autoridades que no sólo tiene todo en condiciones para hacer las cosas bien, sino que las está haciendo.

Es una forma de comunicar y mostrarse como un usuario responsable de productos fitosanitarios. También es una herramienta que tienen las autoridades para asegurar que se hagan las cosas bien y que no habrá inconvenientes en el uso de agroquímicos, brindando seguridad a la sociedad.

Si bien no es de carácter obligatorio, la certificación significa un aval de calidad para las organizaciones que la obtengan de cara al cumplimiento de un objetivo común: producir alimentos seguros y de calidad.

Todavía queda mucho camino por recorrer, ya que la norma constará de cinco partes. A las dos ya mencionadas se agregan aquellas vinculadas a aplicaciones aéreas, siembra y cosecha, que actualmente se encuentran en estudio.

* Federico Elorza es coordinador técnico de Casafe

Columna aparecida en SuperCAMPO de septiembre. ¡Suscribite!

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