El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) impidió, a través de dos procedimientos, el ingreso a la Patagonia de más de cuatro toneladas de productos de origen animal. En los vehículos se encontraban 1.668 kilos de asado con hueso, que eran transportados entre otras mercaderías, sin refrigeración ni documentación sanitaria, lo que implica un grave riesgo para la salud de los consumidores y para el estatus zoosanitario de la Patagonia.
El coordinador general de Fronteras, Barreras, Tráfico Federal y Registros del Senasa, Ricardo Cafferata, expresó que “acciones de este tipo ponen en riesgo la estabilidad zoosanitaria de toda la Patagonia al introducir clandestinamente productos que tienen el ingreso prohibido o restringido”. Asimismo, indicó: “Es necesario que todos nos comprometamos, desde los organismos nacionales hasta las autoridades provinciales y municipales, para desarticular a las organizaciones delictivas que realizan estos contrabandos”.
Por su parte, el director del Centro Regional Buenos Aires Sur, Gabriel Meléndez, consideró que “es de destacar el trabajo exhaustivo de fiscalización realizado en la barrera, que posibilita el hallazgo de alimentos comercializados y transportados en forma ilegal y que además conllevan el agravante de poner el riego a la población ante su eventual consumo”.
Ambos procedimientos se realizaron en el puesto de control de la barrera zoofitosanitaria ubicado en el Km 714 de la Ruta Nacional Nº 3. El primero comenzó el pasado 9 de septiembre por la mañana, con la inspección de un transporte de carga de tipo semirremolque con contenedor, en cuyo interior se encontraron más de 2.600 kilos de productos de origen animal ocultos entre otras mercaderías de carga general.
En función de que se trataba de un volumen importante, se intervino el transporte y se lo trasladó, previo aviso al Centro Regional Buenos Aires Sur del Senasa, a un establecimiento oficial con digestor para realizar la disposición final de los mencionados productos.
Luego de más de 2 horas de trabajo de descarga, se determinó que el total de la mercadería en infracción estaba compuesto por 89 planchas de asado bovino con hueso (1.148 kilos), 5 kilos de tapa de asado bovina, 2 kilos de lomo bovino, 30 kilos de tendones bovinos, 180 kilos de mollejas, 164 kilos de riñones, 252 kilos de lenguas, 310 kilos de chinchulines, 48 kilos de entrañas, 255 kilos de rabos, 100 kilos de sesos, 85 kilos de pecho porcino con manto y 36 kilos de bondiola porcina sin hueso. Según declaraciones del chofer, la mercadería provenía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y tenía por destino la ciudad de Bariloche.
El segundo procedimiento se llevó a cabo el 10 de septiembre por la mañana sobre un transporte de carga de tipo semirremolque isotérmico sin equipo de frío, que no contaba con habilitación para el transporte de productos y subproductos de origen animal. En su interior, los agentes del Senasa encontraron ocultos detrás de cajas de alfajores, bines plásticos que contenían menudencias bovinas y planchas de asado bovino con hueso.
De la misma manera que en el procedimiento anterior, el transporte fue intervenido para su traslado a un establecimiento oficial con digestor. Allí se precisó el total de la mercadería en infracción: 40 planchas de asado bovino con hueso (520 kilos), 126 kilos de corazón, 100 kilos de hígado, 200 kilos de chinchulines, 60 kilos de riñones, 75 kilos de rabos bovinos, 40 kilos de mollejas y 200 kilos de lengua. Además, 120 kilos de pechos de cerdo con hueso, 120 kilos de chuleteros de cerdo con hueso, 132 kilos de cuartos traseros de cerdo con hueso, 30 kilos de recortes de carne porcina y 20 kilos de bondiola porcina.
De la mencionada mercadería, los agentes no pudieron rescatar ningún rótulo que permitiera identificar el origen de la misma. Según pudo establecerse al analizar la documentación y al verificar los precintos del semirremolque, la mercadería habría sido cargada en Capital Federal con destino a Villa Regina, Río Negro.
Toda la mercadería fue decomisada en cumplimiento de la Resolución ex Magyp Nº 38/12 por infringir la Resolución Senasa 58/01 y el Decreto 4238/68.
FUENTE: Senasa
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