El cielo gris y las lluvias signaron ayer la última jornada de la exposición rural de Palermo, que este año contó con un nivel récord de asistencia de público, estimado en más de un millón de personas.
La muestra recibió un total de 1.152.317 de visitantes, precisó la Sociedad Rural en un comunicado, en el que remarcó que se «invitó a grandes y chicos a vivir y sentir el espíritu del campo en su máxima expresión».
Tal como sucedió durante cada jornada que tuvo lugar La Rural, en el sector de Aves de Corral siguió encendida la incubadora, lo que permitió que también durante el último día de la exposición nacieran nuevos pollitos, hecho que fue un poderoso imán para los niños que visitaron la muestra.
También en una pista colmada de heno, siguieron los ponys paseando a los niños sobre cómodas monturas rojas, muy bien cuidados estos por sus padres; al tiempo que a pocos metros, en el Pabellón Ocre, se terminaron de rematar los mejores ejemplares ovejas Hampshire Down.
Ayer finalizaron las ventas de los porcinos, los últimos en ingresar a la muestra por motivos de sanidad, con la destacada participación de razas como Landrace y Yorkshire.
Resguardados del clima y la lluvia, en la Sala de Ventas desde el mediodía y hasta la tarde se remataron ejemplares premiados de razas bovinas como la japonesa Wagyum, la sintética Brahman, Santa Gertrudis, Murria Grey y escocesa West Highland.
También con orgullo y pese a la crisis que enfrentan los tambos, salieron a la venta los ejemplares Holando Argentino, que en esta edición apenas se presentaron un total de ocho, y sus primas Jersey, que solo ingresaron dos.
Para repararse de la lluvia, muchos de los visitantes se refugiaron en los Pabellones Ocre, Verde y Azul, donde se exponen para la venta productos regionales, alimentos de campo y también ropa, entre la que figuran desde alpargatas multicolores, boinas de vivos tonos y bombachas con finos detalles tejidos.
Otros se concentraron en los dulces, como confitadas mermeladas de San Pedro, alfajores con frutos rojos cubiertos de chocolate blanco, y también vistosos chacinados de la zona de Miramar, en la costa atlántica.
Muchos de los visitantes repararoan también con su atenta mirada en aquellas «pilchas» renovadas que actualmente se propone para los paisanos y gauchos del Interior, donde además de los atuendos también se destaca el trabajo de talabartería, con preciados detalles en plata y cuero.
En la zona de los fierros multicolores, donde brillaron los colores rojos, azules, verdes y amarillos, los chicos no pararon en toda la tarde de subirse y bajarse de los monstruosos y novedosos tractores y equipos de labranza expuestos en La Rural.
FUENTE: DyN
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