El ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, se reunió con los productores de peras y manzanas del Alto Valle y admitió que «siguen perdiendo plata» aunque remarcó que «menos que el año pasado», mientras que los referentes frutícolas alertaron que «la actividad se torna inviable» porque cobran por kilo de fruta un precio inferior al costo de producción.
Los productores de peras y manzanas de las provincias de Río Negro y Neuquén regalaron el martes unas 10 toneladas de esas frutas en Plaza de Mayo para protestar por la crisis que atraviesa el sector, y habían reclamado ser atendidos por el presidente Mauricio Macri.
Sin embargo, los productores fueron recibidos recién el miércoles pero no por el jefe de Estado sino por Buryaile, quien alegó que «hay que entender que existe la institucionalidad» y que por eso «se derivan estas cuestiones en el ministro».
Ante los planteos de los productores, el ministro «se comprometió a trabajar en profundidad sobre cada uno de los temas presentados» para «encontrar soluciones», según indicó un comunicado de la Federación Agraria Argentina (FAA), cuyos dirigentes participaron del encuentro.
Sobre la situación del sector, Buryaile evaluó en declaraciones a radio Continental: «La situación no se agravó, la situación es grave, pero a la luz de lo que venía pasando, hoy pierden menos plata, pero siguen perdiendo». El ministro detalló que los productores de peras y manzanas de Río Negro «el año pasado perdían $2,5 por kilo, y este año pierden $1,5 por kilo».
Además, recordó que en febrero el Gobierno envió $150 millones a esa provincia en concepto de subsidios a los productores, y dijo que «de eso, se distribuyó la mitad en créditos y el resto van a ser destinado a una lucha sanitaria, que la paga el Estado nacional».
El ministro de Agroindustria insistió con que «salvo alguna excepción, la inmensa mayoría de las economías regionales están mejor, sin que esto signifique que estén bien», y sostuvo que «10 años de destrucción no se arreglan con 7 meses de políticas sensatas».
En ese marco, el ministro resaltó que el Gobierno está «cuidando» al productor y minimizó el impacto de las importaciones ya que, dijo, «hay que analizar los volúmenes».
Por su parte, los representantes de FAA que estuvieron en la reunión expresaron que «se le planteó al ministro que, a pesar de que los consumidores pagan$40 el kilo de fruta, los productores están percibiendo entre $1,80 y $2,50, cifra que se encuentra por debajo de los $4,50 que es hoy el costo de producción», y advirtieron que «así, la actividad se torna inviable».
«Se mencionó que, en estas condiciones, no es posible hacer frente al plan sanitario ni a las tareas de poda» y que «la quita de retenciones de cinco puntos no llegó a los productores, sino que quedó en manos de los intermediarios», manifestaron.
También le pidieron a Buryaile «que se haga efectiva la ayuda por emergencia, alcanzando a todos los pequeños productores», al tiempo que propusieron «la idea de avanzar en un instituto que regule la cadena y que fije un precio mínimo sostén sobre el producto».
Además, pidieron «que se flexibilicen los trámites y se dispongan requerimientos diferenciales para los pequeños y medianos productores en relación con AFIP, Senasa y Banco Nación».
Al respecto, aseguraron que «el ministro se comprometió a trabajar en profundidad sobre cada uno de los temas presentados y a dar continuidad a la articulación necesaria para encontrar soluciones no sólo a los problemas coyunturales sino también a los estructurales».
FUENTE: DyN
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