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En el jardín, las plantas pueden extender cómodamente sus raíces. En una maceta en el balcón, el espacio con el que cuentan es, por supuesto, más limitado. Y si la tierra está demasiado húmeda, o demasiado seca, las raíces se pudren y las hojas se debilitan. Por eso, quienes quieran cultivar verduras en su balcón tienen que prestar atención a otras pautas, distintas a las que siguen las personas que cuentan con una huerta en su jardín.

Para tener una buena cosecha, es importante que las macetas en las que se plantarán las verduras sean lo más grande posible, para que la planta pueda crecer con comodidad. Cada maceta debería tener entre 10 y 20 litros de volumen.

El riego dependerá del clima y la ubicación de la maceta. Lo mejor es ir tanteando la tierra con el pulgar. Sin embargo, a grandes rasgos, al inicio de la temporada alcanza con regar una o dos veces al día. Más tarde, en la temporada alta, se pueden regar las plantas tres veces al día, especialmente si reciben mucho sol.

Las verduras cultivadas en maceta necesitan más fertilizante que las que se cultivan en una huerta en el jardín. La mayoría de las bolsas de tierra que se compran en los comercios están provistas de una primera dosis, pero después de seis meses hay que añadir fertilizante. Para la verdura, basta con un fertilizante normal de plantas de balcón, ya que éste suele tener una concentración alta de fósforo. Según lo indicado, se debería colocar fertilizante en la maceta cada dos semanas.

En realidad, es posible cultivar casi todos los «clásicos» de la huerta con macetas en el balcón o el patio. Incluso hay variedades especiales para balcón, que dan plantas más compactas. En el caso de los tomates, por ejemplo, hay variedades que necesitan poco espacio y dan muchos frutos, como «balconi red» o «balconi yellow». Además, crecen en forma de arbusto, por lo cual no necesitan tutores.

Una variedad extendida de pepino para balcón es la «picolino». Ésta -al igual que los zucchini- se puede cultivar en el balcón, aunque necesita bastante espacio y fertilizante. Los pepinos necesitan, además, un tutor.

En el caso de las mini-berenjenas para balcón, se recomienda comprar pequeñas plantas algo crecidas, ya que se trata de una variedad especialmente delicada. Necesitan, además, un lugar muy cálido. Por eso, no crecen bien cuando el verano es lluvioso y fresco. La berenjena de balcón «ophelia F1-hybride» tiene un sabor intenso y apenas necesita espacio.

Aunque suene increíble, incluso es posible cultivar papas en una bolsa perforada de plástico o yute. Para ello, hay que colocar cinco a diez centímetros de tierra en la bolsa. El resto de la bolsa se da vuelta. Es importante que la tierra de las papas esté siempre húmeda. Apenas aparecen los primeros brotes verdes, hay que colocar más tierra, de modo que sólo se puedan ver las puntas superiores. El borde de la bolsa irá subiendo a medida que se coloca tierra, hasta alcanzar unos 70 a 80 centímetros. Esto lleva a que se formen bulbos a distintos niveles bajo tierra.

Si se va a plantar lechuga, son preferibles las variantes que se pueden ir cosechando hoja por hoja. Por lo general, las lechugas no necesitan fertilizante.

En cuanto a los rabanitos, no hay variantes para balcón. De todas formas, éstos no requieren de mucho espacio y pueden tranquilamente cultivarse en una maceta en el balcón. Lo mejor es ir plantándolos de a intervalos, para que no estén todos listos al mismo tiempo.

FUENTE: Antje K. Müller (dpa)