Un jardín florido y con abundante vegetación autóctona empezó como un pasatiempo y se convirtió en un vivero de plantas nativas, medicinales y frutales, a la vera del Río Santiago, en una pequeña isla del partido de Ensenada –Buenos Aires–. Allí, un grupo de viveristas forman parte del grupo de Cambio Rural II Viveristas del Río de La Plata: buscan rescatar y valorizar la vegetación autóctona de la región.
Matilde Zúcaro, bióloga y promotora asesora de Cambio Rural que los acompaña, indicó que el grupo está integrado por ocho productores de los partidos de Berisso y Ensenada. “Hay más productores que quieren incorporarse, y tiene la particularidad de que son viveristas que trabajan básicamente en plantas nativas y medicinales, con un fuerte sentido de rescatar y valorizar lo autóctono”.
“Además de trabajar con el viverismo siempre estamos pensando en agregarle valor a lo que hacemos, con el mimbre hacemos canastos, con las plantas medicinales hacemos preparados sencillos, ungüentos s, secamos yuyos y aromáticas, trabajamos en el manejo apropiado de plantas medicinales, y estamos empezando a preparar licores con plantas nativas”, señaló Zúcaro.
“El trabajo de este grupo es distinto todo el año ya que al trabajar con nativas van haciéndolo al ritmo de las plantas”, expresó Zúcaro quien explicó: “En algunos momentos del año recolectan semillas, las seleccionan y, en otros, siembran y trabajan con las plantas, sea en la venta o en la poscosecha con valor agregado como es el caso de la cestería, secado de aromáticas o preparados caseros de plantas medicinales”.
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