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27/07/2015

Los aperos criollos se robaron las miradas

Ayer por la mañana se realizó el tradicional campeonato. Qué juzgan los jueces a la hora de evaluar. FOTOGALERÍA.
Los mejores caballos, en La Rural 2015. FOTO: Twitter @exposicionrural

Las tribunas de La Rural 2015 siguieron con interés ayer por la mañana los movimientos de los hombres camperos y amazonas que florearon sus aperos criollos en la arena central de la exposición 129°, donde se aportó la vestimenta más granada de los centros tradicionalistas.

No menor fue la atención que deparó también el andar pesado de los Caballos de Trabajo, con sus largas crines al viento, y el tintinear de las ruedas de los carruajes de paseo y trabajo.

En cuanto al tradicional campeonato de aperos, las prendas de los jinetes y caballos saben contar su propia historia respecto a la opulencia que supo vivir en tiempos de antaño la Pampa criolla.

Allí, más allá de toda lisonjera mirada, los jueces no perdonan ni dejan de escudriñar cada detalle, cada emprendado, cada lienzo o manta del competidor o amazona; tampoco se pierde pisada de la forma y hechura de la caballada.

Para los Caballos de Trabajo la competencia comienza con la esperada caminata para definir su andar. Luego viene el galope y también la rayada para definir la parada de cascos que ofrece cada equino. Por último, en el orden de trabajo, el caballo debe saber responder al mando y retroceder mansamente.

Aquellos entendidos en estas artes saben que restar es fácil y que los detalles definen cómo puede caer la taba: mucho pesan sobre la calificación que reciben los jinetes cuestiones tales como estribos de piquería, botas de potro y chiripá.

También puede se definitoria la percepción que propina un par de espuelas nazarenas y un sombrero de panza de burro, un pañuelo con nudo y o bien un acicalado saco típico de porteño.

Los caballos deben lucir y aportar brillo con su andar: rebenque en mano, trabajo en la palma del jinete y apenas estaqueado sobre la rodilla, siempre rápido para hacer un saludo zalamero a una dama.

Para la monta, hay muchas opciones. La belleza suele estar en un lomo tejido de alezna, la cabezada, estribos y riendas combinadas, y allí no suele escasear la platería que saben aportar los orfebres del interior.

FUENTE: DyN.

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Un pensamiento en “Los aperos criollos se robaron las miradas”

  1. La figura del hombre de la foto con su caballo y ornamentaciòn tìpica gaucha esta espectacular, con el agregado que es lo que nos identifica a los argentinos bien nacidos.

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