El mercado argentino de semillas forrajeras atraviesa un duro momento, debido a la escasa oferta de material importado. Las principales causas son las dificultades para obtener permisos para la compra externa (DJAI) y las restricciones arancelarias.
Según explica el sitio web Valor Soja, gran parte de la alfalfa comercializada en el país proviene de los Estados Unidos y Australia. Actualmente, las trabas burocráticas impuestas por la Secretaría de Comercio Interior complican su compra por parte de las empresas semilleras. Entre diciembre de 2013 y lo que va de febrero se declaró la adquisición de 775,8 toneladas de semillas de alfalfa, mientras que en el mismo período 2012-2013 se había registrado el ingreso al país de 1.359,2 toneladas, casi el doble.
En general, la mayoría de los materiales declarados de alfalfa son de grupos de latencia 9. Los registros más recientes corresponden a las variedades Sequel (con un valor de u$s5,50/kg), Cautiva II (u$s6,27/kg), Patriarca (u$s6,76/kg), CW 660 (u$s7,25/kg) y CW 194 (u$s8,91/kg).
En tanto, en los últimos días también se declaró la entrada de las variedades Aurora (G6) (u$s5,40/kg), Patricia (G7) (u$s5,41/kg) y Súper Monarca (G8) (u$s5,43/kg).
Por su parte, las importaciones de festuca también cayeron entre diciembre de 2013 y febrero de 2014, en relación con igual período de 2012/2013. Mientras que hasta el momento ingresaron al país 153,4 toneladas, el año anterior lo habían hecho 305,7 toneladas.
En tanto, la compra externa de semillas de pasto ovillo también enfrenta el problema del decreto 25/13, de comienzos del año pasado. Éste incrementó los aranceles de importación de esta especie a un 35%, lo que hizo inviable el ingreso de este material. La importación se interrumpió en junio de 2013.
FUENTE: Valor Soja
17 de febrero de 2014
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