La noticia de que la Argentina importará tomates desde Brasil para mantener su precio a raya y el correcto abastecimiento no cayó bien en ninguno de los eslabones de la cadena de producción y comercialización de este producto. Muchas fueron las críticas en muy pocas horas.
Las primeras voces que se oyeron fueron las de los propios productores de tomates. «No podemos estar de acuerdo. Están mal asesorados. El productor de tomate está perdiendo dinero, y que se anuncie la importación no encaja en la realidad», señaló el presidente de la Asociación de Horticultores de La Plata, Alberto Pate.
El directivo platense explicó que actualmente «los costos de producción superan el valor que se vende en el mercado» y detalló que «el valor de un cajón en el Mercado Central era de $50 pesos y el productor recibe entre $30 y $32. Pierde $20 por cajón». «¿Cuál es la ventaja de importar? ¿Por qué no investigan mejor a ver quién se queda con la diferencia?», cuestionó.
Pate incluso sostuvo que en la canasta de 180 productos congelados «están ofreciendo el kilo de tomate a $10,50 y en el Mercado Central se puede conseguir a $3 el kilo«.
En tanto, el presidente de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA), Diego Pérez Santisteban, lamentó que el Gobierno no tiene la misma «celeridad» para «normalizar» la importación de insumos médicos «que faltan hace meses» como la rapidez que demostró con la decisión importar tomates desde Brasil.
El directivo juzgó que podría «evitarse» la importación de tomates si el faltante de ese producto por cuestiones estacionales va a ser solamente por dos o tres semanas, dado el movimiento logístico que esa medida implica. «Parece un movimiento demasiado importante para un producto importante en la canasta… Pareciera que si el tema fuera realmente dos o tres semanas sería algo que se podría evitar«, opinó en diálogo con radio El Mundo.
Santisteban afirmó que «todavía la nueva conducción del Ministerio (de Economía y de la Secretaría (de Comercio Interior) no ha terminado de destrabar el nudo gordiano que quedó con la salida de (Guillermo) Moreno».
«Va en total detrimento del productor local»
El titular de la UCR y senador por Mendoza, Ernesto Sanz, también criticó la decisión oficial, y advirtió que «esta estrategia va en total detrimento del productor local». «La decisión de importar tomates de Brasil también la tomó (el ex presidente) Carlos Menem en los noventa y destruyó la producción local», recordó.
El senador señaló que «el Gobierno sabe muy bien que no puede mantener el kilo de tomate a $10,50 para respetar el acuerdo de precios, por eso piensa habilitar la importación de tomates brasileños». «(Pero) Importar llevará a destruir la industria local», fustigó el líder radical a través de un comunicado.
Sanz aseguró que «faltan políticas económicas serias», y consideró que «los funcionarios de Hacienda, antes de decidir traer los tomates, deberían evaluar el porqué es tan elevado su costo al público».
«Los productores mendocinos, por ejemplo, recibieron en el período 2012/2013 entre $1,85 y $4,16 por kilo del tomate redondo, muy lejos de los más de $10 que la Casa Rosada ofrece en Capital Federal y Buenos Aires como precio cuidado'», destacó. En este sentido, sostuvo que «para lograr un valor razonable, lo que habría que hacer es invertir para reducir los costos de transporte, analizar a fondo la cadena y ver quién se lleva la mayor parte de la renta«.
Por su parte, el vicegobernador de Corrientes, Gustavo Canteros, salió a cuestionar públicamente la decisión de la administración central, al considerar que esta medida perjudica a los productores locales del cultivo.
«Traer desde el exterior tomates o cualquier otro producto que se cultive en la Argentina es perjudicar al núcleo de nuestra economía que es la actividad primaria», dijo Canteros, a cargo de la Gobernación de Corrientes por la ausencia temporaria del gobernador radical Ricardo Colombi.
«Los precios no suben por decisión de los agricultores o los ganaderos, sino como consecuencia de una política viciada que ha ocultado los índices de inflación durante años», consideró Canteros, encolumnado en las filas del peronismo opositor.
El vicegobernador correntino expresó así su «solidaridad y apoyo a los productores de tomate de Corrientes ante la decisión oficial del Gobierno Nacional de importar ese cultivo con el objetivo equivocado de bajar los precios al consumidor».
«A los cerebros de esta medida, que implica comprarle tomates a países vecinos, habría que recomendarles que visiten un polo productivo como Santa Lucía, donde vemos que los hombres de campo hacen todo lo posible por bajar sus costos pero dependen de una maquinaria de intermediación y de factores insoslayables como el transporte, el combustible y los agroquímicos que son todos importados», analizó el funcionario provincial.
«Pensar que por comprar tomate a gran escala en Brasil vamos a obligar a los tomateros de Corrientes a bajar todavía más sus precios es no conocer la realidad de las unidades productivas, porque ante una política regresiva como la que propone la Nación lo que sigue no es una baja de los costos sino la desaparición de la actividad», finalizó Canteros.
La medida
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, anunció ayer que el Gobierno importará tomates de Brasil para «garantizar que el consumidor tenga bienes con precios cuidados y perfectamente garantizados en términos de abastecimiento», debido a la suba estacional del producto.
En su habitual conferencia de prensa en la Casa Rosada, el funcionario explicó que «se estima que el tomate en los próximos diez días, por problemas climáticos, podría tener reducción de oferta y, en consecuencia, incremento de precio».
Dijo que para la importación de tomates «la presidenta (Cristina Fernández) instruyó al ministro (de Economía) Axel Kicillof para que, a través del Mercado Central de la República Argentina, propicie la importación de tomates de Brasil para garantizar abastecimiento y precio a los consumidores. Si es posible precios inferiores a los del mercado, tanto mejor».
FUENTE: DyN
9 de enero de 2014
Para què sirve el Mercosur?, sòlo para el intercambio de merca?. Los productores y toda la lìnea de comercializaciòn deben mejorar su logìstica y si no les dan los nùmeros dedicarse a otra cosa. La protecciòn aultranza no sirve.-
La culpa de que el tomate llegue tan caro al consumidor no es del productor, sino de los que están en el medio. El gobierno en vez de comprar tomate a Brasil debería comprárselo directamente a los productores locales.
Esta mañana un integrante del Estudio discutía con un taxista con motivo de los cortes de luz y de la crisis energética. El conductor cargaba las tintas sobre las empresas distribuidoras y su responsabilidad de invertir, mientras su interlocutor hacía énfasis en las distorsiones acumuladas en todos estos años. La sabiduría popular fue refractaria a la argumentación técnica hasta que el pasajero sacó la factura de gas que acababa de pagar: 16 pesos el bimestre por un servicio que involucra las etapas de producción, transporte y distribución. El taxímetro del viaje ya acumulaba por comparación un valor de 66 pesos.Cedió el taxista: era imposible explicar semejante distorsión de precios relativos.
El tropezón populista se ha repetido muchas veces en la historia argentina de las últimas décadas, pero volvemos a chocar con la misma piedra. El 4 de junio de 1975, el entonces flamante Ministro de Economía del Gobierno de Isabel Perón, anunció un plan drástico para corregir las distorsiones de los precios relativos acumulados en las gestiones que lo precedieron. Rodrigo quería adelantar los precios a los salarios para luego estabilizar. El paquete consistió en devaluar el peso ley llevándolo de 10 a 26 en lo que hacía al dólar comercial; el dólar financiero pasó de 15 a 30 pesos ley, y se creó un nuevo tipo de cambio turístico, en 45 pesos. Ya Gómez Morales, en marzo del 75, había llevado el cambio comercial de 5 a 10 pesos, y el financiero de 10 a 15. Las tarifas eléctricas subieron de 50 a 75%. La nafta súper, 172%; y la común, 181%. Los servicios públicos y el transporte subieron en promedio un 100%. ¿Y los salarios? Allí vino el problema. La idea de Celestino Rodrigo era actualizar los salarios por debajo de los otros precios relativos para reducir gasto público y devolver competitividad al sector productivo. Pero la puja distributiva ya estaba fuera de control y no había margen para nuevos acuerdos corporativos. La CGT reaccionó con un paro de 48 horas, y Rodrigo hizo por TV una dramática apelación al país para que aceptara su plan, sin efecto. El 21 de julio renunció, dos días después que López Rega, su principal sostén, huyera del país. La presión sindical logró que se acordara una recomposición salarial que en promedio alcanzó un 180%, pero la explosión inflacionaria se llevó todo puesto. A partir de allí la puja precios-salarios inició una nefasta carrera con explosiones cíclicas y fallidos intentos estabilizadores.
La administración actual, reincidente en las políticas populistas, volvió a entrampar precios claves de la economía buscando réditos electorales de corto plazo. Los precios y las tarifas de los servicios públicos y de la energía fueron los primeros en quedar rezagados respecto a la suba de los otros precios y de los salarios. Le siguió el precio del dólar oficial que se retrasó para contener la escalada de precios exacerbada por el gasto público. Entre los precios cautivos también hay distorsiones con hijos y entenados. Por ejemplo, entre los precios de la canasta energética, los de los combustibles (nafta, gasoil) casi se han ajustado a sus referencias internacionales. Como siguen al dólar oficial, si este aumenta su ritmo de devaluación, también aumenta el ritmo de ajuste de los combustibles (es la causa principal de la reciente suba). En cambio, los precios y las tarifas del gas y la electricidad se siguen atrasando. Para alcanzar valores regionales hay que multiplicar por 4 las primeras y por 3 las segundas. Si a la tarifa de transporte ferroviario de 1.20 pesos, se le adiciona el monto del subsidio de 22.29 pesos por pasajero transportado, llegamos a un valor de boleto sin subsidio de 23.49 pesos, un 1858% de diferencia. En algunos casos, las distorsiones son peores que las precedieron el Rodrigazo.
Con el final conocido de aquella película, el Gobierno intenta operar ahora con algunos ajustes en cámara lenta(ritmo devaluatorio del dólar oficial, aumento del boleto del colectivo, combustibles, etc.) a la espera de que las demandas salariales, que ya tienen el precedente de los aumentos policiales, no detonen una explosión inflacionaria. Final abierto, porque el nivel de las distorsiones acumuladas puede volver incontrolable la velocidad de la película.
Noo, nada que ver con Mazorin, es cierto que cuando el Estado se mete a hacer estas cosas resulta ineficiente. Pero si le dejamos todo al mercado, nos perdemos unos lindos retornos.
Como se puede ocuparse semejante estupidez, cuando no tienen solución ,para terminar con la inflación,la inseguridad , el problema energético,la trata de personas. el narco. e infinidad de problemas de los que este gobierno es responsable . BASTA DE ESTUPIDECES , POR FAVOR USEN EL SENTIDO COMÚN, NOS ESTAMOS HUNDIENDO E HIPOTECANDO EL FUTURO DE LAS NUEVAS GENERACIONES.
Ayer una de esas Canaletas KK decian que el tomate estaba 32 $ a 40 $ y defendian la Importacion en mi barrio esta &,90 a 8 $ de la uva o duraznos a 34 y 40 $ el kgs minga .Octavio estas en un barrio de CHORROS si me decis en agosto o Junio estoy con vos ahora por culpa de esta noticia se ira a 80 $ y seguiran tirandolo como hasta ayer
Ahhhh…. cuando llevaron el tomate a $ 40 el kilo de unos tomates de merda de 4ta selección el año pasado no salieron a decir nada? Lo digo desde ellugar de consumidor, si viene de Brasil y es bueno o regularmente de calidad y mas barato…..lo lamento, mi sueldo ya no se estira más y NO VOTÉ A ESTAS MIERDAS.
Octavio, vos sabés cuànto de esos $40 le quedan al productor. Asi lo vende el mercado central de transfugas. Si le quedan 3 o 4 pesos de los cuarenta es mucho. contá mano de obra, semilla, electricidad (riego) fertilizantes herbicidas insecticidas. Fletes (carísimo) packaging, renovacion de plastico de invernaderos. No soy productor de tomates, sino de zapallos y 6 años seguidos me clavaron en el mercado central,no pagan, te pagan lo que venden y a cualquier precio, o sea si vos les mandas 2000 bolsas y ellos argumentan que vendieron 500, te pagan 500 y vos pagaste flete carga y descarga por 2000. Ni siquiera te dan un papel que entraron 2000 bolsas. Es mafia ahi adentro te lo dicen los mismos verduleros.