Un informe de Clima y Cultivos difundido por Granar asegura que la región pampeana quedó descompensada en el mes de septiembre, y que sólo pudo apreciarse una mínima y progresiva recuperación en las zonas mediterráneas, acosadas por una fuerte sequía.
Septiembre es el mes de quiebre de la temporada, ya que sus precipitaciones abundantes son las que equilibran el faltante de humedad de la temporada invernal. Sin embargo, éste no ha mostrado las señales esperadas, asegura el documento.
Según su análisis, lo más favorable se apreció sobre el final, con abundantes lluvias en la provincia de La Pampa, que se extendieron a principios de octubre e incluyeron al noroeste de Buenos Aires. Gracias a ellas, se observaron modestas mejoras en esa zona.
Buena oferta de agua recibieron el este y sur bonaerenses y el sudeste de Entre Ríos, de acuerdo a lo esperado.
No obstante, las abundantes precipitaciones que recibió La Pampa perdieron fuerza al entrar a la provincia de Córdoba y al oeste de Santa Fe, región de las más afectadas por la seca y en la que ya preocupa tanto el inicio de la campaña gruesa como el avance de las siembras tempranas de maíz.
En síntesis, las precipitaciones de septiembre se asemejan a las caídas en cualquier mes de la temporada invernal, en un volumen un tanto mayor aunque no el esperado para la época.
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