El Primer Encuentro de Ferias de la Economía Social de la provincia de Buenos Aires se está desarrollando en la ciudad de Azul, a un ritmo que conjuga solidaridad y organización con los compases de una batucada, mientras el murmullo general de los feriantes crece y crece compartiendo aprendizajes.

Un puesto se rearma tras haber recibido ayer una capacitación al respecto, el otro muestra lo mejor que puede lo que le queda, porque ya vendió casi todo. Una feriante aprovecha para recolectar tarjetas y datos de contacto y todos, disfrutan la experiencia. Han concretado un largo anhelo que apenas ayer era utopía.

Cintia Rodríguez, Coordinadora de ProHuerta INTA Centro Regional Sur, lo sintetiza: Es un sueño cumplido. La idea original fue realizar una reunión de intercambio entre las ferias del sur de la provincia y finalmente se concretó en este evento, que reunió a todos los feriantes de la provincia de Buenos Aires. Para concretar este sueño trabajaron mancomunadamente el INTA, a través de sus programas PROFEDER y PROHuerta, junto a la Subsecretaría de Agricultura Familiar del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.

Azul siempre fue el punto de referencia, dado que el trabajo realizado por el técnico de ProHuerta allí, Rodolfo Rocca, generó muchas expectativas. Con el entusiasmo creciente de todos los técnicos y de la gente de INTA Cuenca Centro, sumado al Comité Organizador del Festival Cervantino, los ingredientes para la concreción del sueño, estaban listos.

Los protagonistas

Pero el esfuerzo mayor y los verdaderos protagonistas de este espacio generado a lo largo de muchos años de trabajo, son los más de 250 feriantes que se dieron cita estos dos días en Azul, representando a las más de 2 mil personas en toda la provincia que hacen de la economía social su forma de vida, aportando el 37% del producto bruto interno desarrollado por el sector agropecuario, tal como lo afirmó en la inauguración el Vicepresidente del INTA Juan Francisco Anglesio.

Araceli Bespa, de Tandil, cuenta que están muy movilizados por esta participación: nacimos en el Pro Huerta, y lo organizan ellos, somos un grupo que la viene remando y estamos creciendo, muy contentas. Los emprendimientos chicos producimos, gestionamos, puertas adentro lo hacemos todo nosotros. Entonces el espacio de comercialización de las ferias es el aspecto más importante de nuestros emprendimientos.

Alicia Grosso, de Pergamino, es una de las más experimentadas en esto del intercambio: nosotros venimos con las ferias en Pergamino dos veces por año, y hacemos intercambio de semillas.

Horacio González, de Lima, partido de Zárate, es la contracara. Lo suyo es la stevia, un producto más novedoso: una planta que está poco explotada en esa zona y todo el apoyo tecnológico de capacitación y asesoramiento en lo comercial me lo da el INTA, así nos va mejor.

Una gran cantidad de feriantes agregan valor a sus producciones. Se inician en la huerta por ejemplo, y los excedentes son destinados a dulces y conservas, tan naturales y sanos como sus huertas de inicio.Es el caso de María del Carmen Caparelli, Feria Cervantes de Azul: produzco desde los productos de huerta, mermeladas, conservas, frutas que proceso para después hacer el pan dulce. Mis productos tienen valor agregado y eso nos fueron instando la gente del Pro Huerta, dando cursos de cómo envasar, cómo vender, no es una sola cosa no es un plantín es un producto con valor agregado.

Dora Alegre, productora de General Belgrano, junto a su compañera Alicia Varela, vienen en representación de la Cámara de Micro emprendedores de esa ciudad: Tenemos muchas expectativas porque es la primera vez que estamos acá. Queremos agradecer a la gente del INTA, que nos ayudaron a participar en este evento. Para nosotros es un gran momento porque queremos aprender de otros emprendedores.