Se dieron a conocer los resultados preliminares, del 27 de mayo al 26 de junio, de dos protocolos utilizando ivermectina que realizan científicos de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en el Hospital Doctor A. Eurnekian de Ezeiza.

El primer protocolo consiste en medicación para casos de enfermos leves (ivermectina y aspirina), moderados (ivermectina, aspirina y dexametasona) y graves (ivermectina, dexametasona y enoxaparina). En el segundo protocolo, destinado al personal del hospital sano, se administra un spray nasal y gotas orales para proteger la nariz y la boca. 

A cargo de ambos protocolos está Héctor Carvallo, ex profesor adjunto de Medicina Interna de la UBA y lo lleva adelante junto a otros profesionales de la UBA, el Hospital Muñiz y Hospital de Ezeiza. 

Entre el 27 de mayo y el 26 de junio se diagnosticaron 161 pacientes en el protocolo. Los leves y/o asintomáticos (138 casos, 85,7% del total) fueron tratados ambulatoriamente. En algunos casos, debido a las carencias habitacionales, se reubicaron en centros de refugio acondicionados ad hoc. Al cumplirse 15 días de sus respectivos diagnósticos, ninguno requirió ser admitido en el Hospital. En todos los casos, estos pacientes ambulatorios recibieron Ivermectina (24 mg. oral en única dosis, repetida una semana después) y aspirina (250 mg/día, todos los días). 

Los restantes casos fueron moderados (10) y severos (13), con neumonía bilateral, en algunos casos con comorbilidades (EPOC, cáncer, diabetes, epilepsia, entre otros). Cada paciente recibió el esquema terapéutico y la dosis adecuada a su categorización. 

En cuanto a la evolución de estos casos, en 15 fue buena y alta; en 4 fue buena y siguen internados y 3 casos siguen estables. Se produjo un solo fallecimiento en una persona de 80 años.

Según explicó Héctor Carvallo a Super Campo, esta experiencia demuestra que con el tratamiento de Ivermectina se “reduce el pasaje de formas leves a moderada o graves. Por otro lado, en las formas que debutan como moderadas o graves, aminora el pasaje a las formas críticas y a la muerte. Además, los tiempos de recuperación se reducen parcialmente porque de los 23 pacientes moderados a graves que requirieron internación, muchos fueron dados de alta cuando algunos moderados suelen quedarse de 3 a 4 semanas”.

Carvallo destacó que en esta etapa del protocolo, “el 65% de los pacientes con 43 a 65 años incluye a una población vulnerable. Esto es importante porque al principio se pensaba que la población vulnerable era la población con más de 80 años, luego bajó a 70 y hoy se está viendo que el promedio es de 50 años. Si el promedio de los que fueron tratados fue de 53,6 años, quiere decir se estuvo poniendo el foco en la franja de edad más afectada”.

El científico destacó la importancia de la precocidad para el tratamiento en los pacientes: “Una persona que llegaba con síntomas sospechosos y buen estado general, en el momento del hisopado se le entregaban los medicamentos del protocolo para empezar a tomarlos (ivermectina y aspirina). A los dos días, si el resultado del hisopado daba positivo de coronavirus, se le indicaba que siga el tratamiento. Si daba negativo, se le pedía suspenderlo”.

Por otra parte, el protocolo de administración de spray nasal como complemento de los elementos de protección se hizo en 105 personas que forman parte del personal médico y no médico del hospital. En este caso, no se produjo ningún caso de coronavirus.

Para Carvallo, esto demuestra que “el tratamiento de prevención es efectivo como complemento de los equipos de protección personal, es decir que incrementa la eficiencia de éstos”.