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Economía y mercados

13/04/2019

Cómo se administra un feedlot 5 estrellas para 10 mil cabezas

Conecar, el feedlot de Roberto Guercetti, tiene capacidad para 10.000 animales. Arrancó hace más de 35 años como una planta de balanceados y criadero de conejos. Hoy es un centro validador de tecnología.
Para Guercetti un buen negocio ganadero debe integrar cría y recria a pasto en el norte y el engorde eficiente en hotelería. “En ganadería el ecoetiquetado es el futuro inmediato”.

Si en ganadería se entregaran medallas Michelin, Roberto Guercetti ostentaría varias en su haber. Conecar no es simplemente “un feedlot”, sino que es un hotel de lujo para 10 mil animales que ahí se terminan. Todo arrancó con una forrajería y un criadero de conejos -por eso el nombre Conecar (Conejos Carcarañá)- allá por los años ‘80, con un Guercetti que arañaba la mayoría de edad. Hoy, con 37 años de trabajo, el emprendedor pyme fue mutando hasta convertirse en un empresario con visión de futuro.

Conecar recibe diariamente la visita de estudiantes de EE.UU, compradores de carne de Europa y Asia. Todos interesados en ver de primera mano el trabajo cotidiano de esta empresa. Porque bien vale la pena recorrer las instalaciones, sacar una instantánea mental de la tropa y quedarse con esta foto de “un mar de novillos”. En una charla al costado de un corral para Cuota 481, PERFIL charló con Guercetti que analizó cómo se preparan para el futuro.

—¿Cambió el negocio en los últimos años?
—Todo este cambio político desde 2015 y la apertura de exportaciones hace que nuestro feedlot que estuvo los últimos 10 años con ternero consumo de 300 kilos, hoy tenga el 40% de sus animales de 400 a 450 kilos, para Cuota 481.

—En este recorrido de más de 30 años ¿Qué cambió?
—Allá por el 2001 cuando arrancó el feedlot era desconocido, y parecía que competía con la ganadería. Sin embargo, comprobamos que es un complemento ideal para la actividad, y así tenemos un animal recriado a pasto y terminado con grano. También en estos últimos años vimos que la agricultura le competía mucho a la ganadería, pero ahora la actividad agropecuaria volvió a ser rentable. Además, en estos últimos años se agregó la industria con los subproductos de los biocombustibles para engorde animal, con lo cual esto comienza a ser una economía circular. Los tambos producen biogas, nosotros hacemos biofertilizantes que vuelven al campo. Ese el icono que hace que eslabones aislados como industria, agricultura, ganadería, corrales se empiecen a integrar y ese es el
camino de acá en más.

—¿La integración vertical?
—Claro, porque hace sustentable el negocio en todos los pilares, con el medio ambiente por el aprovechamiento de todos los productos y suproductos y también en lo social porque permite que en los pueblos la industria, la actividad agropecuaria, el transporte y demás tengan mas recurso para su desarrollo social.

—¿Cómo ves el futuro?
—El mercado va a ser cada vez más exigente, sobre todo en el plano de la sanidad. Luego, en materia del cuidado del medio ambiente, no tener trabajo infantil, huella de carbono y bienestar animal. A partir de 2020 creo que va a haber barreras para vender a los mercados externos y nosotros hace ya 3 o 4 años para estar a la vanguardia.

—Hablando de sanidad, ¿cuán lejos estamos de poder sacar los antibióticos?
—Estamos increíblemente más cerca de lo que a uno le parece de poder sacar antibióticos. En el mundo cambiaron las hábitos de consumo y de compras, por eso el bienestar animal comienza a tener una preponderancia que no tenía. El ecoetiquetado es el futuro inmediato. Un millenial va a ir con su celular, va a escaner el producto y lo va a comprar de acuerdo a si cumpe con sus exigencias. Hay que estar a la altura.

PLANTEO DE PRECISIÓN. Conecar es un caso especial en varios sentidos. En la búsqueda de estar a la vanguardia está en pleno proceso de armando de un centro de investigacion y desarrollo con empresas importantes. “Tenemos 15 profesionales dentro de los 50 empleados totales de Conecar. Estos profesionales son veterinarios, agrónomos, biotecnólogos, que trabajan para validar productos de empresas de magnitud como Bosch, DSM, Alltech, Boheringer Ingelheim, entre otros”, detalló Roberto Guercetti. Estos profesionales trabajan en medición y validación.

Entrar a Conecar con animales implica entrar a un sistema totalemente controlado y preciso que hace que todo que todo se controla, se supervisa y se registra con lo que se generan estadísticas y números para que las empresas validen sus productos. “Por ejemplo, con Bosch estamos analizando unas balanzas que están dotadas de inteligencia artificial gracias a la cual los animales se pesan solos a medida que pasan por la balanza y el operario puede ver desde el celular cuánto está pesando cada animal. Esa tecnología nosotros la validamos a campo. Y a la vez la llevamos a una ecuación económica que permita determinar que esta balanza se amortiza en cierto tiempo”, analizó el propietario de Conecar.

También trabajan con una empresa holandea para la sustitución de antibióticos y medicamentos. “Es decir que vamos hacia una sola salud que implique la menor cantidad de medicación con la mejor forma de uso. Y eso necesita de profesionales. Y ya estamos reemplazando antibióticos. Es lo que viene”, profetizó, porque para Guercetti “a medida que comencemos a asomar la cabecita al mundo aparecerán cada vez más estas exigencias como barreras para arancelarias».

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