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08/08/2016

Cebolla «de cabeza» y de verdeo, ¿la misma planta?

Una especialista en cultivos orgánicos explica la diferencia entre ambas. Tips para incluir la cebolla de verdeo en la huerta. FOTOGALERÍA.
Cultivo de cebolla de verdeo. FOTO: Sabe la Tierra.

La cebolla de verdeo pertenece a la familia de las aliiáceas, que la conforman unas 600 especies, todas con olores y sabores característicos por la presencia de sustancias organoazufradas, que le dan diferentes grados de “pungencia” (el “picor” de estas hortalizas).

La cebolla es un cultivo muy antiguo, con origen en Asia Central, Irán, Pakistán y Afganistán, y posterior domesticación en India y Europa. Desde allí pasó a América.

Dentro de la alliáceas, encontramos además de las cebollas al ajo, ciboullette, echallotte y a los puerros, entre otras hortalizas menos conocidas.

Se las considera hortalizas medicinales y alimenticias, ya que con varias de ellas se realizan preparados para curar varias patologías y poseen propiedades curativas y preventivas de la salud. A muchas alliáceas (en especial el ajo y la cebolla de cabeza) se les atribuye la reducción de enfermedades cardiovasculares, la disminución de lípidos en sangre y la disminuir de los riesgos de contraer cáncer de colon y esófago, además de disminuir la osteoporosis.

La cebolla (Allium cepa) se consume en su forma de bulbo (llamada “cebolla de cabeza”) y en forma de “verdeo” cuando se consumen sus hojas verdes desde la base hasta la parte superior de la hoja. En Argentina la conocemos como “cebolla de verdeo”, pero en otros países también se la conoce como cebollita china, cebolleta o cebolla verde o de invierno. Es la misma especie, pero en diferente estado de desarrollo: la de verdeo es la parte verde sin que llegue a formar el “bulbo”, que es el órgano de almacenamiento, de formación posterior en el ciclo del cultivo.

En nuestro país la producción de cebolla de cabeza (“bulbo”) se realiza en zonas especializadas donde las condiciones climáticas son las óptimas (climas más secos), como Cuyo, NOA (Santiago del Estero y Tucumán) y el sur y sureste de Buenos Aires. Se trata de un cultivo más extensivo que la cebolla de verdeo, es decir que se realiza en extensiones de tierra mayores.

En las zonas hortícolas que rodean a los grandes centros de consumo, la producción de cebolla de verdeo es un cultivo típico, actualmente tanto al aire libre como en invernadero, donde se  cultiva todo el año.

El cultivo

Las plantas poseen hojas finas, cilíndricas, huecas, turgentes, que a medida que van creciendo se engrosan, pueden achatarse, y doblarse, y terminan en forma aguzada. Pueden alcanzar gran altura (hasta 60 cm). Poseen unas ocho o más hojas.

Semillas e iniciación

El cultivo se puede iniciar por siembra directa (disponiendo la semilla a lo largo de una línea), almácigo y transplante (realizando un almácigo en suelo o en bandejas con sustrato) o, a fin de verano y en otoño, se pueden plantar “cabezas” de cebolla que rebrotan y dan verdeo.

La germinación de la semilla es lenta y el desarrollo inicial de la planta también es muy lento, ya que la plántula es muy pequeña y capta poca luz. En esta etapa, compite muy mal con malezas. El almácigo se puede hacer en suelo, ya que tolera sin problemas el transplante a raíz desnuda, o se realiza en bandejas de contenedores con sustrato, colocando de 3 a 4 semillas por celda.

Variedades

Todas las variedades para verdeo se caracterizan por necesitar muchas horas de luz para formar el bulbo (porque el verdeo preferentemente se vende sin la formación del bulbo). Estas se caracterizan además por el color de las hojas externas del “falso tallo” (blancas, rojas o anaranjadas) y algunas por tener más resistencia al calor. En la Argentina se prefiere el verdeo con la parte basal color roja.

Ciclo del cultivo

El ciclo es corto si se inicia por bulbos, que rebrotan emitiendo de 3 a 5 varas (dependiendo del tamaño del bulbo). Con buenas condiciones de temperatura (temperatura óptima de 20 º C), en 2 o 2 meses y medio ya se pueden cosechar. Si es por almácigo y transplante, puede demorarse uno o dos meses más, dependiendo la época del año.

Cuidados del cultivo

Requiere carpidas y ninguna otra labor.

Cosecha y rendimiento

La cosecha se puede realizar desde que las plantas tienen unos 30 cm de alto, pero rinden mucho más si se las deja hasta su máximo crecimiento. El rendimiento es de 700 g a 1,60 kg por metro cuadrado.

FUENTE: Mariana del Pino de MAPO, exclusivo para Sabe la Tierra.

 

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