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Actualidad

09/11/2019

Debate en busca de una Ley de Fertilizantes

En 2015 se alcanzó un consenso amplio alrededor de la Ley de Mejora y Conservación de Suelos pero el Gobierno la frenó ¿Podrá ser ahora?
A CAMPO. Fertilizar realizó una salida a campo para analizar distintas apuestas de fertilización en trigo esta campaña.
A CAMPO. Fertilizar realizó una salida a campo para analizar distintas apuestas de fertilización en trigo esta campaña.

El diputado por Formosa del Frente de Todos, Luis Basterra, volvió presentar en la Cámara de Diputados el proyecto de ley denominado de “Conservación y mejoramiento de la fertilidad de los suelos de uso agropecuario a través de la promoción del uso de fertilizantes”, para que sea tratado en las comisiones de Agricultura y Ganadería y de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, una vez que quede conformado el nuevo Congreso, tras la jura de los nuevos legisladores el 10 de diciembre próximo.

El proyecto es similar al que tuvo sanción en Diputado en 2015 (del mismo Basterra y el radical Juan Casañas) y que perdió el estado parlamentario por razones no del todo explicitadas. Por lo bajo, desde el Ministerio de Agroindustria de la Nación deslizaban que el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, le había bajado el pulgar en medio de una estricta política de reducir los subsidios y las desgravaciones impositivas.

Detrás del diseño de la normativa estaba Fertilizar Asociación Civil, la organización que agrupa a las firmas fabricantes de fertilizantes. “La idea fuerza de la ley es que, visto que el uso de fertilizantes es deficiente, la promoción va a generar un aumento en los rendimientos y una mejor performance en los cultivos de gramíneas (maíz, trigo, sorgo y cebada)”, explicó a PERFIL, el presidente de Fertilizar, Jorge Bassi.

El punto destacado de la iniciativa es que permite desgravar del Impuesto a las Ganancias el 100% del costo de los fertilizantes. “Esto tiene la lógica de un mayor uso de productos. Con eso ya mejoramos el balance de fósforo porque se va a fertilizar más la soja. Pero además –agregó Bassi- cultivos como trigo y maíz, que usan más fertilizantes, se vuelven más competitivos,
aumentan la superficie, mejora la rotación”.

La ley exige al productor agropecuario que presente un plan de siembra de al menos 3 años con el asesoramiento de un ingeniero agrónomo y con la firma del dueño de la tierra, un actor frecuentemente muy desentendido de lo que ocurre en su propio campo. Por otra pare, ese plan debe contemplar
también las buenas prácticas agrícolas.

De igual modo se exige un análisis de suelo. “Esto permite levantar una red de información para el Estado sobre la situación de la materia orgánica de los suelos del país y generar un control”, dijo Bassi.

El proyecto de ley tenía también un período de vigencia de 10 años. “En ese tiempo se iba a generar un cambio de mentalidad”, aceptó Bassi. Sin embargo, por el momento no se ha logrado avanzar con la temática. Leyes específicas que incentiven la fertilización no hay en el mundo, pero sí legislación que apunta al cuidado de los suelos. Incluso Argentina tiene la ley 22.428 de 1981 de “Conservación y Recuperación de la Capacidad Productiva de los Suelos”. Hoy está desfinanciada y que no se aplica. Lo mismo las provincias: casi todas tienen una legislación que protege el
recurso pero en la práctica no están operativas. En la región, hizo ruido Uruguay cuando en 2013 impuso la obligatoriedad de presentar planes y uso de manejo de suelos destinados a cultivos en todas las producciones mayores de 100 has.

Más fertilización, más trigo y negocios. Fertilizar Asociación Civil presentó esta semana los resultados de la nutrición en trigo de un manejo del Inta Pergamino. El ingeniero agrónomo Gustavo Ferraris comandó el trabajo sobre 4 modelos productivos: un lote sin fertilizar, uno con la práctica promedio de los productores (aplicaciones de nitrógeno y fósforo), un mejorado con análisis de suelo y azufre y un 4to apuntando a alta producción con un fuerte aumento de las dosis.

En un suelo típico de la zona, de buena fertilidad natural pero sometido a erosión y a un proceso de extracción de nutrientes, y en un año con lluvias escasas (desde junio a la actualidad solo le cayeron 122 mm), en el lote con más inversión “logramos parcelas que van a estar en 4.500, 4.700 kilos por hectárea, un muy buen rendimiento”. Además, se plantó una variedad baguette, de altos rindes, “que seguro va a llegar a la calidad panadera”.

Andrés Grasso, del Comité Técnico de Fertilizar, dijo que la propuesta de la entidad “está siempre balanceada desde el punto de vista económico”. Aceptó que las recomendaciones pasan por un fuerte aumento del gasto en uso de fertilizantes “pero también se incrementa el retorno económico en respuesta de los rendimientos alcanzados”.

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