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Lecheria

25/05/2019

Tambo invierte pensando en la sustentabilidad global

La Rosalía, en Entre Ríos, sorprendió con una inversión de $5 millones en paneles solares y un sistema real time para control de las lecheras. El desembolso sigue.
Además de los paneles, usan herbicidas de bajo impacto ambiental, mejoran la eficiencia en el uso del agua y cuidan la sanidad.

Laurentino López Candioti, Director General del establecimiento lechero La Rosalía, dio un paso al frente al demostrar que la inversión en tecnología en el campo argentino no sólo viene de la mano de la agricultura.

Con un desembolso inicial de 5 millones de pesos, el tambo que es el único habilitado en el país para exportar leche a la Comunidad Europea, recibió a funcionarios nacionales y provinciales en Espinillo, Entre Ríos para mostrar los paneles solares que le permiten ser totalmente autosustentable en temas de energía y se colocaron cámaras online real time para transparentar procesos y que el mundo pueda observar en cualquier momento cómo se trabaja en la empresa.

“Todo este emprendimiento comenzó con mis padres que hoy me siguen acompañando y hemos iniciado hace algunos años un proceso de transformación, eficiencia y sustentabilidad de nuestro tambo. Además de los paneles solares y con el objetivo de transparentar el trabajo diario sustentable, desde este año instalamos cámaras real time que muestran en tiempo real el mundo el tambo y sus prácticas diarias. La empresa pone su esfuerzo en tres pilares: la sanidad del rodeo, que es libre de brucelosis y tuberculosis; la calidad de la alimentación de las vacas, dado que el setenta por ciento de lo que consumen se produce en el establecimiento, garantizando la trazabilidad de la misma y, por último, garantizar confort y seguridad a empleados y animales en las instalaciones”, explicó orgullos el empresario.

A nivel productivo, La Rosalía cubre 450 hectáreas, tiene 500 vacas en ordeño y logra unos 12.000 litros de leche por día. Desde el establecimiento indican que trabajan sostenidamente para tener un tambo sustentable, más ecológico y en armonía con el medio ambiente. Así, además de los paneles solares, redujeron el uso de agroquímicos herbicidas, usan sólo insecticidas de baja toxicidad (banda verde) y evitan la proliferación de malezas, mejorando la eficiencia del uso del agua de lluvia y achicando el riesgo de erosión. Así también usan una menor cantidad de detergentes necesarios para la limpieza del equipo de ordeñe y tanques de almacenamiento de leche.

Vale destacar que la lechería sigue siendo una de las actividades más postergadas en la coyuntura, aunque el precio al productor casi se haya duplicado en el último año. Sin embargo, la inflación fue de un 50% y se registraron aumentos de tarifas, así como un aumento en la presión de la carga impositiva, lo que claramente sigue achicando el negocio de los productores. De acuerdo al Observatorio de la Cadena Láctea, el costo promedio de producción en abril rondaba los $9,60 a $10.. A valor dólar el litro de leche está en torno a los u$s 0,30 cvos, pero sigue siendo muy fuerte la brecha entre lo que cobran los tamberos y lo que pagan los consumidores en góndola. Por caso, en febrero pasado, la brecha fue del 311% y esto es así porque el valor promedio de la leche en góndola se ubicaba en $ 42,40 por litro.

Lo que no se puede ocultar es que en los últimos años se ve una mayor concentración de establecimientos y un descenso de la producción. En 2015 se produjeron 12000 millones de litros y en 2018 llegó a 10.526 millones de litros. Desde el lado de la producción entidades como CRA siguen focalizando en que el precio al productor sube porque falta leche. Y políticas de Estado.

RECLAMOS. Luego de la presentación del plan de desarrollo e inversiones de La Rosalía esta semana en Entre Ríos, el presidente de la Nación Mauricio Macri generó un debate en las redes luego de haber saludado calurosamente al productor Laurentino López Candioti y felicitarlo por sus avances. Jorge Chemes, vice de CRA y tambero histórico entrerriano, dio sus impresiones y mostró su malestar, al preguntarse como sería posible que el presidente “no levantara el teléfono para hablar con todos los productores que hacen el aguante desde hace años tratando de sostener producciones que generan arraigo y son vitales en la alimentación de los argentinos”.

Alejandro Sammartino, subsecretario de Lechería de la Nación recogió el guante y explicó el trabajo en política lechera que viene haciendo el oficialismo. “Hoy Argentina exporta lácteos recuperando mercados, la producción se recupera, generando valor para que el productor recupere precio en un marco de mayor transparencia y ordenamiento”, dijo.

Para Chemes, la cosa tiene una raíz más profunda. “Cuando digo que no hay políticas de Estado es porque el precio de la leche aumentó debido a que no hay leche y la única causa fue la caída de la producción. Lo poco que se pudo exportar fue consecuencia de la devaluación que provocó un dólar competitivo. Hasta acá deberíamos coincidir en que lo que sucede en la lechería es más fortuito y casual que fruto de una planificación”, se quejó. Tal parece que ambas partes tienen algo de razón. La lechería aparece como una de las actividades más complejas. El margen se achica y los niveles de producción deben mejorar mucho para que los productores sean competitivos. Un trabajo en el que debe profundizar la cadena.

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