Supercampo

Twitter

Facebook

G Plus

Suscribite

Actualidad

07/04/2019

Más emprendedores se suman a la bioeconomía

La provincia de Buenos Aires lleva adelante un plan a través de una serie de proyectos sobre la agricultura y ganadería sustentables, y una industrialización inteligente en distintos puntos del territorio.
EJEMPLO. El feedlot de Estancia La Micaela, en Carlos Tejedor, produce energía eléctrica para autoconsumo y sube a la red.

Alberto Choulet, de Rojas, adhirió al Plan de Bioeconomía, y diseñó una sembradora autopropulsada de manejo manual de microparcelas que permite la asociación de dos cultivos en un mismo suelo y ciclo a través de la intersiembra.

El feedlot de la Estancia “La Micaela” de Carlos Tejedor produce energía eléctrica para autoconsumo, y sube el excedente a la Red Nacional. También usan la energía en forma de calor para eficientizar el proceso de digestión de la materia orgánica, que, luego del proceso de biodigestión, es regada en los suelos del campo para aprovecharla como fertilizante natural.

Un tercer ejemplo clarificador de la bioeconomía, y en este caso a nivel de comunidad, son las buenas prácticas en el manejo de residuos sólidos urbanos que lleva adelante la localidad de América, en Rivadavia. El emprendimiento les permite aprovechar la fase orgánica de los residuos sólidos urbanos y los restos de podas para comenzar a producir dos especies de hongos comestibles. Además de sustentable, el proyecto tiene una pata social porque emplea a un grupo de madres solteras y es asistido por el municipio que cede el establecimiento; el Ministerio de Agroindustria, que gestiona el financiamiento y articula las partes; y un grupo de investigación de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA tiene planeado asistir técnicamente a las nuevas productoras.

Y es que la provincia de Buenos Aires viene trabajando en potenciar a todo aquel emprendedor que se anime a incursionar en nuevas tecnologías que ayuden a maximizar y eficientizar la producción de biomasa. El Ministro de Agroindustria, Leonardo Sarquís, destaca: “Nos propusimos apostar al desarrollo de la Bioeconomía pero no como un concepto romántico sino como un concepto realista que ayuda a cambiar y mejorar la vida de la gente”. Entendiendo a la bioconomía como uno de los motores centrales del desarrollo asociado con el uso de los recursos naturales renovables, la cartera que dirige Sarquís identifica y potencia el desarrollo de proyectos dentro de parámetros de sustentabilidad ambiental, ecológica y socia.

El objetivo central es utilizar los recursos biológicos de cada zona, con actividades que incrementan la producción de biomasa, la procesan y le agregan valor. Y como si fuera poco, mejoran la vida de las personas.

BIOMASA + CONOCIMIENTO. El Ing. Agr. Fernando Villela, ex Decano de la FAUBA, y actual Director del Programa de Bioeconomìa de la misma casa de estudios, es uno de los más valorados académicos por su idoneidad y larga trayectoria con el sector agroindustrial.

En sus palabras y para llevar a un acercamiento al tema, vale definir a la bioeconomía como “toda actividad económica basada en la biología, la biotecnología y la agronomía, destinada a la producción y transformación sostenibles de toda la biomasa renovable. Consiste en combinar biomasa y conocimiento avanzado para el mejor aprovechamiento integral de la misma, reduciendo al mínimo el impacto ambiental y generando crecimiento en lo económico y social. Ese conocimiento generado, en laboratorios o en empresas, debe concertarse con profesionales que puedan escalar y llevarlo al mercado, con empresarios que arriesguen su capital, tiempo y talento en generar bionegocios con productos a precios competitivos globales y con un sistema institucional alineado con estos objetivos”. Luego de esta definición bien vale considerar como él mismo propone que la bioeconomía es un nuevo paradigma de las ciencias económicas, biológicas y agrícolas.

En concreto, de la biomasa se aprovecha apenas una parte pero el resto, rico en energía, biomoléculas, productos medicinales o insumos industriales, es desaprovechado. Para el Ing. Villela “de los cultivos sólo usamos sus granos; de los animales, sus músculos y alguna víscera; de un árbol, en el aserradero, sólo el 55% del volumen de madera; en frutihorticultura desechamos más del 30% de lo cosechado, y así en todos los rubros productivos”. Algo para pensar.

Archivado en: , , , , , , ,

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *