La caída esperada del trigo en la producción mundial, especialmente en los Estados Unidos, Brasil y Ucrania, permitirá consolidar la posición exportadora argentina sobre la base -según datos oficiales- de una cosecha récord de 18,3 millones de toneladas, que si bien no impacto sobre el valor del cereal disponible mantiene al alza los precios futuros, a u$s183 para la posición de setiembre.

Según Gustavo López, de la consultora Agritrend, con un valor estable de u$s172 a u$s174 para los lotes de trigo disponibles y con valores «firmes» para los futuros, «parece que el mercado no está convalidando tanto» el anuncio realizado por el Ministerio de Agroindustria de obtener un trilla récord.

«Se piensa, en realidad, que si hubiera una sobreoferta importante, ya que el resto de las fuentes marcha una trilla de entre 15 y 16 millones de toneladas, casi 3 millones por debajo del anuncio oficial, sería difícil que estos valores se mantuvieran», explicó el especialistas en declaraciones periodísticas.

En la evaluación que realizan los operadores y productores trigueros también figura la caída de hasta cuatro millones de toneladas que exhibe la producción conjunta de países como India, Ucrania y Kazajstán.

Al recorte esperado en el orden mundial, previsto en 748 millones de toneladas para el presente ciclo, también se suma -según dijo el Grupo Trigo- la noticia de que los Estados Unidos prevén reducir en un 8% su área triguera en el período 2017/18, hecho que provocaría un recorte de un 20% en la producción.

Este tipo de cuestiones explica, según admitió Marcelo Yasky, ex subsecretario de Agricultura, la toma de posiciones sobre el trigo de invierno que llevó a los fondos agrícolas a adoptar posiciones «netamente compradoras», aunque la duda es conocer cuál será su estrategia «hasta julio» próximo.

De acuerdo con los últimos informes técnicos de Globaltecnos, las subas registradas entre enero y febrero en el trigo en Chicago se justificaron en la decisión de la USDA de corregir a la baja las existencias mundiales y también apostar a la obtención de una próxima cosecha en los Estados Unidos que sería la menor desde la primera guerra mundial.

También en Brasil, los datos a febrero de la Compañía Nacional de Abastecimiento ajustó a la baja la producción de trigo a 5,6 millones de toneladas, ya que en enero preveía obtener 6,7 millones.

Según la fuente brasileña, dicha reducción se debe a la caída que registraría el rendimiento esperado, que pasó de 3.180 a 2.670 kilos por hectárea, en un mercado de que durante el período 2017/18 demandará indefectiblemente importar unas 6 millones de toneladas.

FUENTE: DyN